3/5/07

Librerías de viejo

No conozco muchos libreros de viejo. En realidad, lo que se dice conocer no conozco a ninguno. He visto a muchos, me han vendido libros, he hablado con ellos a veces, y con algunos creemos habernos topado con un señor entendido y amante de lo suyo y con otros nos vamos con la sensación de haber dado con ese famoso librero analfabeto que tenía su caseta en la cuesta de Moyano, aunque hace tiempo que habrá dado de comer a sus gusanos.

Yo no sé lo que leen o dejan de leer los libreros de viejo. Si leen. Pero en general, y perdón por generalizar, me parece un negocio en el que no debe ser infrecuente el tipo que, después de alzarse los cojones a la vista de los presentes, paga 2 euros por un libro y después pide 16 por lo que al parecer no se vende, o esto ya no lo quiere nadie, o esto no tiene salida, que es como se suelen aderezar los tratos en estas ocasiones. Muchas veces he oído ese argumento, mientras revolvía uno entre eso que ya nadie quiere, o que no tenía salida, y que a juzgar por el precio uno ha de decidir entre una mariscada y vender un riñón después, o eso sin salida con forma de libro y vender un riñón para pagar los gastos de la paliza que nos darían en casa.

Librería de viejo de Niponia. No es reprtesentativa. Normalmente tienen buena pinta, ordenadas y limpias; esta parecía un almacen de papel viejo, aunque en la foto sale bastante decente.
En Santiago hay dos librerías de lance. Una se llama Follas Vellas; la otra no me acuerdo. Esta última está escondida como una tienda de los horrores en la calle del Villar, al amparo de unos soportales. Una puerta con cristalera forrada de papeles viejos, recortes de periódico, ingenios varios, todo amarillo como si el tiempo les hubiera meado. Entramos y suena la campanilla; el silencio se mezcla con un fuerte olor a humedad y a rancio, como si hubiese algo caducado de hace siglos ambientando el local. A la derecha un mostrador alto y pequeño, sobre el que se apoya un señor mayor gordo y sudoroso, con una barba de bruto que impone. Uno se imagina varias venas hinchadas bajo la pelambrera, como a punto de estallarle de rabia. Sentimos que a su sangre le cuesta circular, o que circula de mal humor. Tiene unas cuartillas, sí, cuartillas, de papel de envolver el chorizo en los supermercados de pueblo, que escribe con un bic azul, y es un buen montón el que está bajo su mano izquierda, como si temiese que en cualquier momento huyesen por la puerta las cuartillas. Más que escribir parece que está tallando; ya sabemos porque suda tanto, además de por la manteca que le rodea todo el esqueleto y que siempre acaba derritiéndose al menor esfuerzo.

Por lo demás no nos hace puñetero caso. El hola se diluye en el aire, como un pedo susurrado. Casi sin hacer ruido curioseamos sin molestar mucho, ni a los libros, a los que suponemos del mismo mal humor que su dueño, y tragamos saliva sin ostentación, porque ni las moscas se atreven a zumbar e interrumpir los tajos que el gordo deja en las cuartillas. Hay un gato en un estante, sobre los libros, con los ojos de chino; no piensa levantarse. Parece un yonqui; un yonqui de los gatos; en cualquier momento nos dirá que le demos una ayuda, con un deje gangoso.

El segundo, o primer tomo de la Obra Completa de Cernuda en Siruela, el de prosa, con los subrayados de una pija, y bastante desesquinado, como si lo hubieran echado a rodar por una pendiente, vale casi tanto como nuevo. Esto lo recuerdo de hace años, a lo mejor diez, cuando acababa de salir y era normal verlo casi en la mesa de novedades.

Uno de Cátedra de Clásico Hispánicos está tasado en diez o doce euros. Lo saco de la estantería y lo muestro en el aire, como si le fuese a sacar tarjeta roja al barbas. Vaya cojones que tengo; le pregunto, entre indignado y sorprendido, si es lo que marca a lápiz, el precio. Sí, me dice, casi sin dejar de escribir mientras me mira. Pienso, qué fenómeno, no se distrae. Casi me dan ganas de comprárselo para subvencionarle las cuartillas. Por supuesto, le pregunto a la cartera qué opina y el asunto queda zanjado. Lo que sea de Cátedra que tenía entre manos lo tenían en cualquier librería más barato, y nuevo. Y aquella joya, que había servido de cojín a un mandril, la tasaba de aquella manera, más o tan cara que algo nuevo y teniendo en cuenta que no estaba descatalogado ni nada. El género, la verdad, en esta librería, apenas valía la pena. No compré nunca nada que fuese gran cosa, si es que le compré algo.

Dejamos al cuartillas, que goza, o gozaba, al parecer, de excelente fama entre algunos escritores de por aquí, y se cuenta que incluso cuando nadie conocía a García Márquez él ya lo recomendaba a los futuros vates que le visitaban el chiringuito. A mí lo que me llamaba la atención, más que el supuesto oficio lector del fulano, eran aquellas cuartillas que le quedaban bajo la mano izquierda, con los márgenes levantados y buscando el rizo de la fuerza que empleaba el tipo en el trazo.

Apenas entro ya. No sé qué será de este hombre. Que yo sepa nadie se pelea por esas cuartillas, aunque nunca se sabe. A lo mejor es el kafka de por aquí y yo solo he visto un señor amplio y cabreado sudando como un cochinillo sobre el fuego. Las últimas veces que entré estaba una mujer, que supongo será su mujer. También emborronaba papeles, y llevaba una de esas gafas en triángulo que hacen equilibrios en la punta de la nariz.

27 comentarios:

M. dijo...

En Follas Novas, durante un largo invierno leyendo contraportadas de libros que nunca leía e imaginando ser quien no era, fui sepultando poco a poco mi primera carrera. En primavera me quedé un día en casa para ir a la playa, y no volví a la carrera, ni a Santiago, ni a Follas Novas. Pero moreno estoy un rato.

De nuevo, y temo ser pesado, has escrito una excelente entrada, Mabalot. Cada vez produce más placer leerte. Un saludo.

Sebastián Puig dijo...

Joder (perdón), qué buen texto. ¿Digo bueno? Magistral. Mi enhorabuena. Lo tengo ya entre mis "perlas".

Alfonso dijo...

Excelente, como siempre; da gusto leer a tan buen escritor. Con los libreros pasa como con otros gremios, que lo son como podrían ser charcuteros; empiezan en esto y luego no saben por qué siguen (ni como viven). En Zaragoza también había alguno al que parecía molestarle que entraras en la librería (cuando creces te enteras de que en esa librería se hacía una de las tertulias literarias más importantes hace años, y te quedas como si te hubiera dado un aire). Otro, nada más entrar en el local te preguntaba qué querías y siempre decía que no lo tenía, sin pensarlo (parece que era más bien su biblioteca, o tendría el síndrome del que se enamora de sus libros y no puede desprenderse de ellos). Otro tema es el de los distribuidores; mi librero de cabecera se desespera con el de una gran editorial, que nunca se sabe si le va a distribuir un libro o no, porque, además de los libros, el distruidor también lleva otros productos que le rentan más, y no se va a preocupar por esas tonterías. En fin, que los amantes del libro y la lectura estamos en vías de extinción. Un saludo

Mabalot dijo...

M, aquellas contraportadas te convirtieron en el que eres. Puede estarles agradecido. No te va nada mal, y más tarde o temprano malo será que tu hermosa napia no asome en las tapas de algún tomo en Follas Novas, o en la Michelena.

Un abrazo, y gracias de coraçao, colega.

Rythmduel, arigato gozaimasu. Vaya aprendiendo japonés, amigo. Un abrazo.

Alfonso; hay mucho charcutero del libro, pero por supuesto hay muy buenos libreros, y yo sé de algunos. En todo caso viven de vender; unos lo hacen mejor y otros peor; unos saben qué están vendiendo y cómo hacerlo bien, y otros son unos brutos que tratan el género como cualquier otra mercancía. Unos me caen bien, y otros más o menos. La Michelena de Pontevedra es, en mi opinión, de las librería literarias mejores de España. Yo la propondría como visita turística si alguien me hiciese caso.

No creo que el negocio del libro se vaya a la porra. Cada vez hay más editoriales pequeñas, dos en una habitación con un ordenador, y tienen más salida, porque hay algunos en este país que son unos exquisitos, somos, y leemos cosas... que Planeta y Ramdon House etc... pasan porque van a los suyo, la pela es la pela...

Y además nos queda Internet; vaya joyas que me compré, y baratas, y te las mandan desde la conchinhina, si hace falta. Gastos de envío, sí, es lo malo, pero a veces hasta vale la pena.

Gracias y un saludo. Ya seguiremos el debate. Prometo la segunda parte de este texto; Follas Vellas, que no lo enganché de esta.

conde-duque dijo...

He entrado alguna vez en Follas Novas y tampoco le vi mucho el interés. Yo tampoco conozco a ningún librero (ni de nuevo ni de viejo), pero de entrada me caen todos un poco mal, no sé por qué. ¿Será porque están al otro lado de la trinchera, porque sé que van a querer sacarme lo más posible, y que dormirán tan a gusto si me consiguen timar unos cuartos de más? No sé, creo que me caen mal porque me dan tristeza. Son seres desgraciados, creo yo.
Aquí en Sagasta hay uno que está fatal... Da miedo entrar en su librería, te asfixia con tantas montañas de libros. A ver si un día me cuelo con la cámara y hago unas fotos para ponerlas en el blog (espero que no me pille, porque inutyo que en el sótano debe de haber más de un cadáver).

Mabalot dijo...

Follas Novas, no. Además son unos bordes, mayormente.

Librería Michelena, en Pontevedra. Esa sí está bien. Son también bordes pero tiene coña el pasillo infinito ese, y además hay algún libro, cosa que no está mal para tratarse de una librería.

conde-duque dijo...

En la Librería Michelena encontré libros estupendos que debían llevar ahí un montón de años: los sonetos de Walter Benjamin, el libro de Svevo sobre Joyce, etc. A los libreros de allí los escucho hablando desde la distancia y me parecen unos pedantuelos insoportables, la verdad. Hacen chistes intelectualoides sin ninguna gracia, malgastan y retuercen la ironía hasta hacerla inservible, un poco de vergüenza ajena.
No hay solución: los libreros me caen mal...

Portarosa dijo...

De nuevo, muy buen texto, Mabalot. Así da gusto.

Y ese "malo será..." me ha llegado al alma. ¿Sabes que esa frase no la entienden bien, aunque la expliques, en otras latitudes? Supongo que hay que tener esta "alegría desbordante" gallega para comprender ese giro.

Un abrazo.

conde-duque dijo...

Portorosa, te veo un poco nacionalista del "alma gallega", y eso me da un poco de repelús, la verdad. Ay, el nosotros.
"Malo será..." es una expresión que se dice y se entiende en toda España. Desde luego en Madrid se oye mucho.

Edmundo Busoni dijo...

Me encanta la descripción que ha hecho de la librería, Mabalot: casi parece la antesala al noveno círculo del Infierno de Dante. Y lo mejor, el final: el rizo que busca la cuartilla retorciéndose de dolor bajo el trazo del tipo y su bic. Es Ud. un poeta.

Aun a riesgo de que mi recomendación sea recibida con silbidos y tomatazos, pero al hilo de este subgénero narrativo de los libreros de viejo, me permito recomendar el episodio de los libreros que ofrece Javier Marías en "Corazón tan blanco" y en "La negra espalda del tiempo".

Edmundo Busoni dijo...

Perdón, en "Corazón tan blanco" no: quise decir en "Todas las almas". Me ha patinado la neurona. (¡Qué cabrona!)

Portarosa dijo...

Comprendo que te dé repelús, Conde, porque a mí me pasa lo mismo cuando creo percibirlo.
Claro, yo creo que no es mi caso, y de hecho lo de que no lo entienden lo digo por experiencia, pero bueno, estoy dispuesto a envainar. Nada más lejos de mi intención que mitificar nada, y menos mitificarnos (si supieses la discusión que tuve el otro día sobre el alma gallega; discusión en la que yo era el autocrítico). Sinceramente, la consideraba una expresión de aquí, y es verdad que he comprobado que en otras partes de España no se entendía.

(Es más, insisto en que es de aquí. Y de verdad que, por mi trabajo, estoy cansado de ver que por ejemplo andaluces y levantinos no la conocen).

Un abrazo.

memento dijo...

La verdad es que es frecuente que los libreros cada vez sepan menos de libros, y que pidan por ellos una cantidad que no valen ni de lejos, con lo cual dificultan su venta al personal que sí sabe un poco, o al menos más que ellos.

Mabalot dijo...

Buenas, saludos a todos.

Me he largado al campo este fin de semana, y allí no había interneto. Bosta de vaca, ovejas, monte, una lavadora vieja y oxidada, y el tiempo que pasa de otra manera, como de perfil, a lo cangrejo.

Sí, Conde, son un poco pedantes estos de la Michelena, pero tienen buen fondo en la librería, literalmente además. Pero una cosa no quita la otra. Mientras tengan buenos libros allá ellos con sus discusiones insoportables.

Pero a veces entra la típica pija pontevedresa tonta del haba que pide el último de la Allende y le pregunta al fulano; ¿Qué tal es? Y el tío le mira y dice; Pues no tengo ni idea, ni ganas de tener...
Se queda tan pancho, se da media vuelta y ahí te quedas con tu Allende... Y uno piensa, bueno, mañana me lo hace a mí por algo que pida yo, pero hace gracia ver cómo se queda la chati horrorizada mirando el libro, como diciendo, seré gilipollas...

Porto, gracias amigo. Lo del malo será lo debí escribir pero no sé dónde. Ahora no tengo ganas de leerme. Y no puedo apuntar nada en la discusión; no sé si es gallego o no. Es quizá como el "se conoce que..."; una expresión gallega en castellano. En todo caso Porto no te veo, afortunadamente, con la chapa nacionalista. Es más orgullo, supongo, linguístico de este gallego chocando (como dos corrientes, no como dos trenes) con el castellano, y viceversa.

A veces, Memento, eso juega a nuestro favor, como clientes. Libros muy buenos que el tío no valora y te lo deja por dos cuartos. Pero es menos frecuente.

Hola Doctor, pues tiene usted chollo, con la de blogs que hay en el mundo...

Don Edmundo, gracias, y buen intento con Marías, pero por ahora va a tener que esperar que hay cola y trabajos, exámenes...

Anónimo dijo...

Puedo prometer y prometo que el "malo será" se entiende. Quiero decir, se sabe que es algo pesimista, como un "ay, qué cosa tan patética de esperanza tengo" o algo parecido. Algo excéptico, algo irónico, "pues estaríamos buenos...", o parecido. Pero aquí, Elche (Alicante) ni se usa ni se sabe usar. Que somos más claros.

Fíjense en mis ojos, si no.

Ea, ya.


Pd: Porto-rosa, ésta va al DEBE, XDDD

Mabalot dijo...

¿Algo pesimista? y "ay, qué cosa tan patética de esperanza tengo". Yo, la verdad, Rosa (bienvenida), lo que no entiendo es eso. ¿Qué quieres decir? o ¿qué entiendes tú por el dichoso "malos será", que por cierto no me encuentro en el texto?

Yo creía que el "malo será" era muy clarito, que lo entendían en todas partes, aunque no se usase tanto, o nada. En realidad yo escribo así porque vivo y me crié aquí, y este es el castellano de Galicia. Son expresiones que no creo que distorsionen el entendimiento del texto; yo creo que lo enriquecen.

"Malo será", para el que no entienda: Es una expresión más bien que denota optimismo; dentro de lo "malo" no es posible que "eso" sea o salga tan mal.

Por ejemplo; "Voy a conducir de noche, malo será que me quede dormido" (es muy improbable, sólo en el peor de los casos sucederá)

"No encuentro la expresión a debatir en el texto, malo será que la hayan borrado los de google"

Bueno, que el lenguaje nunca es neutral, a no ser que hable Bob, la voz ortopédica esa de Windows, y ni así, que tiene acento sudamericano.

Portarosa dijo...

Está en tu primer comentario a este texto, Maba.

Pues la hemos liado, porque aquí (Ferrol... sin comentarios) no se usa malo será como dice Mabalot que se usa. Que, por cierto, no me parece que coincida con cómo la ha utilizado en ese primer comentario que decía.

¿Cómo se usa aquí? Pues así:

- ¿Tú crees que va a llover el día del partido?
- Malo será...


Otro ejemplo: Malo será que entre todos no seamos capaces (en realidad la frase sería ...que entre todos no demos hecho, pero eso ya es meterse en camisas de once varas).

Es decir, que apunta una posibilidad buena, sí, pero tiene razón Rosa en que la manerea de ser optimista es verdaderamente pesimista; a lo más que llegamos, en lugar de asegurar, como en otros sitios, ¡seguro!, o ¡ya verás como sí!, es a decir que ya sería mala suerte que las cosas no saliesen bien, pero dejando claro que es bien posible.

Un ejemplo de uso alternativo: decirlo queriendo decir lo contrario, en el sumun del no saber si se sube o se baja:

- ¿Tendrá usted lista la obra en la fecha?
- Malo será...


Ante algo así, no sabes si tranquilizarte o echarte a temblar (tuve un jefe andaluz al que a veces le contestaba así, a propósito, y él me decía: ¿qué me lo dices, con la mala leche de Ferrol, para que me dé por jodido?).

Y, lejos de localismos mitológicos, o de mitologías locales, sí veo en esta forma de hablar el reflejo de una particular idiosincrasia. Esta forma de hablar surge de una manera de ser. ¿No creen? Si no, a qué tantas vueltas.

Rosa, mil gracias. Le debo a usted una. Malo será que tarde o temprano no pueda devolverle el favor.

Un abrazo a todos los pacientes.

Anónimo dijo...

Si todas estas explicaciones son para que yo acabe entendiendo el significado de la expresión, EFECTIVAMENTE, puedo darme por j....

:-)

¿Y qué tienen de malo los hechos diferenciales, las realidades históricas, las particularidades, qué tienen de malo si son ciertas? Tienen de malo el mal uso que hace la mala gente de ellas. Pero existir existen. Lo que no se puede, en función de ellas, y ya llevando el tema más allá, mucho más allá, es elevarlas a categorías de cuatro patas para un banco llamado Estatuto o para acabar dándose con la sartén por defender ni una raya, ni una malo será, ni un castillo en lo alto de una loma. El nacionalismo está podrido. Pero lo que hay debajo, el amor a la tierra, las diferencias entre Galicia y Alicante, quedará flotando cuando tooooodos se hayan cansado de tirar de una peseta.

He dicho.

Gracias por su bienvenida, Malabot. Sepa que me chifla usted.

Y Porto-rosa, usted sí sabe la cara que se me ha quedado leyendo tanta explicación del malo será. Así que no tengo que decirle nada.

Saludos.

:-)

Mabalot dijo...

La frase era esta: "...y más tarde o temprano malo será que tu hermosa napia no asome en las tapas de algún tomo...", queriendo decir que por cauces muy extraños y torcidos tendrían que irle las cosas a nuestro amiguete M. para que no viera en el futuro algún libro suyo publicado y a la venta en las mentadas librerías.

Yo no veo un cambio sustancial en el significado de la expresión, ni en las que pone como ejemplo Porto. La base es la misma en todas ellas, aunque con peculiaridades.

Y Rosa, lo del nacionalismo nos parece idiota a casi todos, aunque a menos de lo que sería deseable.

Yo no creo que exista por ejemplo el nacionalismo de izquierdas; me parece tan paradójico como ser mamífero y poner huevos.

Gracias, un saludo.

conde-duque dijo...

Joder, qué lío con el "malo será". Pero estas cosas me gustan...
Yo lo entiendo como Mabalot, y tampoco veo la diferencia con los ejemplos de Portorosa. En cuanto a la explicación teórica de Porto, ya encuentro más problemas. A ver si después puedo volver con más tiempo y hago mi propia TEORÍA DEL MALO SERÁ.
Ciao.

Alfonso dijo...

Bueno, yo soy aragonés y entiendo la expresión; otra cosa es que los gallegos la uséis en abundancia, por algún matiz especial del "alma gallega" (y suscribo de la cruz a la fecha lo de nacionalismo de izquierdas).
Ya sé que no siempre recoge acertadamente el significado de las expresiones, pero os pongo lo que dice la Academia (sacrosanta sea, amén):
"malo será, o sería, que.
1. exprs. U. para manifestar la dificultad o poca probabilidad de que suceda algo que no se desea. Malo será que no lleguemos a un acuerdo. Malo sería que Pedro faltase a su palabra"
No sé si soluciona la amena disputa (entiéndase esta palabra no en el sentido actual de pelea de programa de corazón, sino etimológicamente, disputatio). Y perdóneseme la presunta pedantería. Sigan, sigan, jóvenes, que esto se vuelve más interesante. Un saludo

Mabalot dijo...

También me encantan estas discusiones. Ojalá aparezca siempre Porto (u otro, aunque Porto tiene mano para estas cosas, parece) con ese "punto" que levanta pequeñas partidas de ping pong intelectual de las que se saca mucho provecho.

A falta de Pombo y tertulianos de carne y hueso alrededor de uno, tertulianos y Pombo virtuales.

Pues Alfonso casi lo zanja sacando de Academia. Era lo que veníamos explicando, creo. Justo.

Los matices. Cómo somos.

A mí me gusta encontrarme con tropezones locales a veces en lo que leo. Un castellano para muchos pueblos, que a la fuerza tienen que tener sus palabras propias (vengan de dónde vengan), sus otros significados en la misma palabra, etc...

Un saludo.

Portarosa dijo...

Buenos días.

Primero, una última precisión: es que yo creo que los dos ejemplos que puso Mabalot (el de conducir de noche y el de que Google borrase la frase) no estaban del todo bien elegidos; en cambio, creo que cuando usó la expresión por primera vez, y en lo de las napias, ya sí.

Y nada más, porque me temo que la RAE, de la mano de Alfonso, ha aclarado todo. Y me ha quitado la razón (con independencia, como bien dice él, de la asiduidad con que se utilice en unas partes y otras; y al margen de ese otro uso que comenté yo, el irónico, que aun para no caer en el mismo error no voy a relacionar con la retranca gallega, aunque...).

Nacionalismo de izquierdas, imposible. Al menos siendo el nacionalismo lo que se ve que es.

Un abrazo.

conde-duque dijo...

Buenas. Pues sí, creo que Alfonso y el DRAE han zanjado la polémica, y me han librado de comerme el tarro para dar una explicación teórica del MALO SERÁ...
Portorosa, en cuanto pueda escribo un post sobre "La metafísica de los gallegos" (hace tiempo escribí algo sobre el tema y a ver si lo encuentro en mis papeles desperdigados). Espero que aporteis todos vuestra sabiduría y opinión sobre el tema.
Un abrazo.

M. dijo...

Mi abuela siempre me decía: "O que ten de parvo estalle ben".

Mabalot dijo...

A ver esa metafísica de los gallegos por Conde-Duque. Como agua de mayo, la esperamos, que se dice...

Y sí, Porto, es posible que esos ejemplos no fuesen del todo literales, en el sentido de que las frases no aludían a un juego de probabilidades literales, sino un tanto metafóricas, o qué sé yo... Habría que escribir una parodia del "Preferiría no hacerlo" del "Bartleby" con la frase "Malo será" como repetitiva respuesta a todo.

Versión gallega del clásico.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Curioso para mi, que he sido mera visitante, encontrar esta entrada en internet. Saludos.

http://desmadejatechiquilla.wordpress.com/2008/09/02/libreria-de-viejo/