22/3/11

Mayúsculas que dan miedo

De fondo, ya digo, el jorobado de Notre Dame.


QUIZÁ ALGÚN DÍA tenga que escribir esta frase: Me dejó porque no soportaba que se me ocurriesen cosas por la noche.

AL VER UNA película me imagino los cortes que haría siendo el director. Ayer, viendo en la televisión una hora y media más o menos de La hija de Ryan, me quedó la hora y media de película en veinte minutos. En todo caso había más película, antes de encender la televisión, y después, cuando ya me fui a la cama. Para algunas películas nunca seremos lo suficientemente pacientes. No por lentas, sino por insistentes. No se conforman con decir algo una vez; no dejan de subrayar lo que ya hemos entendido perfectamente. Digamos que el error del director está en tomarnos por sordos. Una película marcada en demasiados pasajes con rotulador fluorescente, como esos libros de adolescentes que confunden memorizar con pintar surcos sobre las líneas. David Lean no se aplica la frase de André Gide: “No hay obra de arte sin atajos.” Si me preguntaran qué salvaría de esta película, diría; el aburrimiento. Cuando pasan cosas se hace insoportable. Y salvaría a Robert Mitchum, sobre todo; un tipo que no hace nada en toda la película; sólo ponerse y quitarse las gafas. Pero qué bien se quita las gafas, el tío. Hay más cine en esa mirada de tortuga hipnotizada que en todas las caras de idiota que pone John Mills, que hace de tonto del pueblo, aunque parece que se escapó de El jorobado de Notre-Dame. El Oscar, por supuesto, se lo dieron a John Mills.

EXPLICÁRSELO. Podría decir: Los escritores son personas que tienen problemas con las palabras.

LO DE JAPÓN no parece dar más de sí. Si los terremotos y los tsunamis no muestran una filiación política clara, al menos las Centrales Nucleares sí. Las Centrales Nucleares son de derechas; sólo hay que verlas. Aunque, qué duda cabe, son muy prácticas al parecer. Del viento y del sol no se puede fiar uno. Ah, pero de los átomos. Esos no fallan. Los neutrones se chocan unos con otros llueva, nieve o haya sol. Los neutrones trabajan día y noche. Si no quiere usted neutrones chocándose cerca de su casa, renuncie a la tele, al ordenador, a la maquinilla eléctrica. La derecha siempre ha sido, sobre todo, práctica. Y en ese mundo ideal en el que no pasa nunca nada la energía nuclear es lo más práctico que hay. Es decir, supuestamente barata. No he oído en mucho tiempo, puede que nunca, más rebuznos a favor y en contra de la energía nuclear, sobre todo a favor, que la semana pasada. Y lo que no soporto son las estadísticas. Cuando alguien me saca estadísticas le rebanaría el cuello con un cuchillo oxidado.

SI ME DARÁN miedo las centrales nucleares que las he escrito más arriba con mayúsculas.

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