8/3/10

El corresponsal muerto


Me encuentro en el libro de Enric González sobre Nueva York a Ricardo Ortega, el corresponsal de Antena 3 en mil sitios (Chechenia, el Nueva York del 11 de septiembre del 2001, Haití finalmente). Finalmente, porque en Haití se lo cargaron. Dos tiros. Justo el 8 de marzo de 2004 daban la noticia los periódicos. Hace hoy seis años.

Busco en google.

Ramón Lobo lo recuerda en su blog. Escribía el año pasado:

"Ricardo Ortega murió hace cinco años en Haití. Parece que fue ayer. Aún recuerdo su crónica en directo después de que Colin Powell presentara en el Consejo de Seguridad unas supuestas pruebas de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak encerradas en un tubito. Todos los medios de comunicación, norteamericanos y europeos, creyeron la versión del secretario de Estado. Todos, menos Ricardo, que trabajaba para una cadena de televisión llamada Antena 3, devota del Gobierno conservador de José María Aznar.

Con esa rotundidad que le caracterizaba en las entradillas, dijo: "Para creer en lo que ha dicho hoy Colin Powell hay que partir de tres axiomas: la CIA nunca miente, nunca se equivoca y los inspectores de Naciones Unidas son unos incapaces". En la redacción hubo aplausos y vítores; en los despachos de sus jefes, una llamada de La Moncloa. En un ejercicio de independencia informativa, y de empresa también -¿se dice así?-, Ricardo fue semidespedido."

Enric González escribe en un artículo el 8 de marzo de 2004: "Tras su cese como corresponsal en Nueva York, en verano pasado, pidió una excedencia para seguir en la ciudad al menos otro año y regresó a Chechenia para realizar un gran documental, que editaba cuando decidió que tenía que cubrir en Haití la caída de Jean-Bertrand Aristide. El peligro de la marginación laboral le afectó más, probablemente, que el peligro de la guerra. Ignoraba qué iba a hacer en el futuro. Tal vez en Haití quiso bordar su mejor trabajo, tal vez se expuso demasiado. Tal vez tuvo mala suerte. Él solía decir que en la guerra es mejor contar con el sentido común que con la suerte."

Sirva este post de recuerdo. Siempre me pareció que iba un poco por libre, y eso es de agradecer.

3 comentarios:

conde-duque dijo...

Recuerdo que me impresionó mucho la semblanza que Enric González hacía de Ortega en "Historias de Nueva York".
A mí también me caía bien, tenía pinta de hombre fuerte, duro, noble, valiente. Aunque cuando los ves dos minutos en el telediario tampoco te lo planteas.
Eso permanece, de alguna manera.

Mabalot dijo...

Me impresiona la foto que puse en este post. Ortega de fondo, la cabeza apoyada en el cristal, los ojos entrecerrados, nadie le atiende, se muere sin que nadie le haga mucho caso (cada uno está a lo suyo). Me parece la imagen pura de la soledad.

Candidatos concejo dijo...

Es un tema bastante complejo para asignarle un comentario subjetivo, solo digo que me pareció que me causo mucha impresión y que de alguna manera me molesta esa falta de libertad de expresión que tienen algunos, por que otros busca coartarla.