Llega a mis manos de degenerado (pero sensible) un libro especial. Tiene poca lectura y mucho papel blanco, pero no es poesía; es un libro de recetas. Se titula Cocina caníbal, y lo escribió Roland Topor, ese polaco que valía para todo. El ejemplar que tengo lo edita Tropo editores. Se lo voy a regalar a uno de esos aficionados a la nueva cocina, que conozco y me lo agradecerá, pues si hay algo que caracteriza a los cocineros modernos es que les interesa tanto la cocina como los libros de cocina. O los libros de arte/cocina. A mí me parece muy bien.
Una muestra del interior de este recetario caníbal:
"Comensal azucarado
Coger un comensal de edad madura, diabético si es posible; hacer una incisión circular alrededor de su rabo y amputarle el trozo. Retirar las vísceras, arrancar los órganos sirviéndose de una cuchara de plata y cortarlos en dados gordos.
Espolvorear el interior del comensal con azúcar glas. Rellenarlo con fresas del bosque y frambuesas. Acompañarlo con una buena botella de orujo. Dejar enfriar seis horas y presentarlo sobre una sábana."
5 comentarios:
¿Y está bien el libro?
Por lo que has puesto parece un poco tontería, la verdad. Quizás es que mi sentido del humor es poco "pánico".
Tiene su gracia la idea, pero se acaba pronto. Tiene textos más brutos pero puse este por si alguien come mientras lee blogs.
No hace falta que ni lo cojas en la biblioteca; lo lees de pie, como quién hojea el periódico. Y no sé si es pánico o no, pero entre algunos chistes malos hay alguna cosa divertida de verdad. El problema de este libro es que no está escrito; le falta eso para estar bien. Es un esbozo, una idea, algunos apuntes para libro. Algo así como un Senos de Gómez de la SErna podría ser, o el Coños de JM de Prada. Y además sabía escribir, este hombre. Sería simple pereza.
Ok. Lo hojearé en una librería.
[Por cierto, aprovecho el Pisuerga para lo de "hojear" y "ojear" porque creo que nadie lo usa con hache y a mí me gusta mucho más (sólo para cuestión de libros, periódicos o revistas, claro)]
Veo en Internet esta otra receta.
"INOCENTE EN APUROS
Coja a un inocente, desnúdelo, pisotéelo, dele patadas, mátelo,
córtelo en trozos de un mismo grosor y métalo en la olla con
un gran trozo de mantequilla, sal, pimienta, especias, chalotes
y perejil picado. Déjelo freír un tiempo, añada un trago de vino
blanco y un poco de caldo. Cuando el inocente empiece a hervir,
retírelo del fuego y sírvalo sobre un mantel bien apurado.
Cómalo discretamente mientras habla de otra persona."
Sí que es ramoniano, sí.
No sé si habeís leído el librillo de Jonathan Swift (creo que el título es así): "Consejos para acabar con la pobreza de los niños irlandeses", en que al final receta comérselos.
No, pero había oído hablar de ese libro. Receta, ademas, absolutamente eficaz para acabar con la hambruna.
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