Una edición de Tusquets de Bajo el volcán con dedicatoria, unas letras separadas y grandes que cubren los márgenes de las páginas de cortesía y la del título. Copio: "Con el corazón en la mano; la única mujer a la que le suplique a Dios que me tuviera carino (ya que soy un viejo) fue a ti. Siento horriblemente haberte ofendido. Jamas fue mi intencion. Esa es mi tragedia."[sic]
Está escrita esta dedicatoria con pluma y tinta de color azul. Es extraña la letra; parece que la persona que la escribió no calculaba muy bien el ajuste de lo escrito al espacio disponible. Las faltas de ortografía también le añaden más tragedia a su tragedia, como si el dolor ya no le permitiera fijarse en tales menudencias o tuviese sus facultades mentales algo perturbadas. También se puede pensar que la persona a la que va dirigida la dedicatoria y el libro no sea de tener mucho en cuenta estos defectos ortográficos. El libro está impoluto, sin abrir, ni el prólogo han leído. Se deduce que la dedicatoria no ha tenido el efecto deseado, y ahora me lo llevo yo por dos euros y empiezo a leer el prólogo en el autobús. ¿Regalar Bajo el volcán? ¿Tendrá algún significado para esa pareja rota de ofendida y ofensor?
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También salgo de la librería de segunda mano con la biografía de Pla escrita por Cristina Badosa (Josep Pla, Biografía del solitario, editada por Alfaguara, traducción del catalán). La portada es potente y cutre, aunque no queda mal. Por cierto, Alfaguara es capaz (o era capaz), de las peores portadas, y no tanto en cuanto a gusto, o más bien mal gusto estético (aunque también), sino a chapucería. Esas fotos recortadas, mal recortadas, y pegadas sobre un fondo abstracto hortera de pared con papel made in Cuéntame. Es especialmente impresionante la portada del volumen de relatos completos de Onetti, con este en una silla, demasiado pequeño, mirando a cámara con la cabeza cuadrada por los tajos de la tijera y como flotando sobre un fondo rojo que parece una sala de espera explotando. Pla en esta portada sale en primer plano en blanco y negro, los pelos blancos de punta, las cejas arqueadas, el cigarro quemándole los dedos, con barba blanca y aspecto desaseado, una camisa de lana bajo un abrigo o bata. De fondo, un paisaje de campo arado en rojo, todo rojo puticlub, lo que le da un aire marciano al lugar y contrasta con los grises de la foto de primer plano del viejo. Recuerdo a la autora, la Badosa, en una tertulia en aquel programa de Sánchez Dragó con Valentí Puig y otros hablando de Pla; recuerdo que me cayó como una patada en mis partes, y que le juré odio eterno a aquella señora que no conocía y que tenía voz de pito. En cambio, ahora que ya pasó esa eternidad y un poco más tengo unas ganas importantes de sentarme a leerle la biografía. Por Pla, claro, y por los pocos euros que me costó. Sé que escucharé su voz de pito mientras leo, sobre todo cuando se vengue del machista Pla esta mujer que según recuerdo parecía resolver algún tipo de trauma personal (relacionado con su femineidad) poniendo a parir a su biografiado como si por ser un escritor total le fuese vedado la posibilidad de ser una persona normal, con sus miserias y sus defectos y hasta pelotillas entre los dedos de los pies. Para mí es el escritor más interesante de la segunda mitad del siglo pasado en España, con o sin pelotillas entre los dedos y más o menos caballero o misógino ante las señoras. En fin, ya veremos lo que da de sí esta biografía.
4 comentarios:
Hola, recién encontré tu blog. Retomando lo del post anterior sobre Bolaño, a mi me cae muy bien. Creo que porque me interesan las cosas sobre las que habla (escritores, escritores sobre escritores,escritores perdidos por el mundo, etc.)
Para mi lo que hizo Bolaño fue darse cuenta que en literatura ya no hay nada nuevo, entonces dió un giro de 360º y lo describió, sabiendo de antemano que ibamos a quedar parados en el mismo lugar.
Muy bueno el blog, saludos!
Me ha parecido impresionante esa dedicatoria que, como bien dices, no sirvió para nada, porque el libro ni se abrió y se acabó saldando. Me ha parecido de una tristeza infinita. Es dolorosamente hermoso.
¿Qué librería? ¿Dónde?
Saludos. Sí, Miguel, me pareció lo mismo; un sueño roto. Y triste, es verdad. Sobre todo ese "ya que soy un viejo".
La librería es en Santiago.
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