20/11/08

Principios

Vaya, me encuentro esta frase, ella sola (documento txt de esos), revolviendo en los sótanos del disco duro:

"No sé dónde debe comenzar una historia, pero desde luego no por el principio, ni sé dónde debe acabar, pero desde luego no por el final.” (R. L. Stevenson)

Y me acuerdo de otra cosa que leí hace un par de semanas en un libro de Peter Handke:

"Un mal principio es a menudo más fructífero que uno bueno. Y además, decía, para un libro de hoy sólo puede haber comienzos malos." (pág. 65, El año que pasé en la bahía de nadie, Alianza)

Estoy pensando cuál es el peor principio de novela o libro que haya leído ultimamente, pero todos me parecen muy buenos o interesantes; por ejemplo, la novela de Mario levrero La ciudad:

"La casa, al parecer, no había sido habitada ni abiertas sus puertas y ventanas durante años."

Con más tiempo, si me acuerdo de algún principio nefasto que haya leído lo copio.

PD: Bueno, el principio de Lolita nunca me ha gustado. Esa es la verdad. Ese principio ya me fastidia el libro. El principio de El buen soldado, en cambio, está muy bien (recomendado por A. Castellote); 

"Este es el relato más triste que nunca he oído." 

Me recuerda un poco al principio de la última novela de Cheever (¡Oh, esto parece el paraíso!) que leí hace poco

"Esta es una historia para leerla en la cama, en una vieja casa, en una noche de lluvia."

Qué bueno. Con un principio así el mundo deja de existir. En todo caso tengo claro que el buen principio se construye a posteriori, una vez leído el libro. Los grandes libros hacen grandes principios. La literatura, o mejor dicho, las librerías, están llenas de malas novelas con buenos principios. Pero nos damos la vuelta y ya lo hemos olvidado. Y buenas novelas con supuestos malos principios. Valle-Inclán se tiraba de las barbas al recordar el principio de El Quijote; todo le parecía mal de este, pero sobre todo le chirriaba el cuyo. Y tenía razón en parte. Pero es una razón que no vale nada; una razón de coleccionista de sellos. Un principio de manual sería el de Memorias de África

«Yo tenía una granja en Africa, al pie de las colinas de Ngong»

Pero sobre todo me quedo también (con Miguel Barquero) con el principio de La metamorfosis, de Kafka. Y otros dos; El pozo, de Onetti, su primera novela (como si fuera el primer párrafo de su vida), y el principio de El viaje al fin de la noche, de Celine: 

"La cosa empezó así. Yo nunca había dicho nada. Nada."

Y vaya si dijo, el tío, después. Pero bueno, yo había pensado en encontrar una gran mal principio.

4 comentarios:

A. C. dijo...

"Siempre imaginé que la crónica de mi vida, si acaso alguna vez llegaba a escribirla, tendría una primera frase excelente: algo lírico, como 'Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas', de Nabokov; y, si no me salía nada lírico, algo arrollador, como 'Todas las familias felices se asemejan, pero cada familia desdichada es desdichada a su manera', de Tolstói. La gente recuerda estas palabras incluso cuando ya ha olvidado todo lo demás que hay en el libro. En lo tocante a frases de apertura, la mejor, a mi modo de ver, es el comienzo de 'El buen soldado', de Ford Madox Ford: 'Este es el relato más triste que nunca he oído.' Docenas de veces lo habré leído, y sigue dejándome patidifuso. Ford Madox Ford era uno de los Grandes".
Sam Savage, 'Firmin' (primeras líneas de una de las mejores novelas que he leído últimamente).

Miguel Baquero dijo...

A mí siempre me ha dado tirria el comienzo de La Regenta, esa larga larga larga descripción de Vetusta desde el campanario con un catalejo. No digo que sea malo, digo que no he podido nunca con él.

Yo creo que el mejor comienzo es el de La metamorfosis. En una frase, de pronto, te sitúa en otra dimensión, en algo que nunca antes habías leído. También el inicio de Por el camino de Swann (Longtemps...)me parece que tiene algo mágico. Como el comienzo de Cien años de soledad. Esas frases tienen algo que, según las lees, te hacen arrellanarte en el asiento: aquí viene algo bueno...

M. dijo...

"Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo".

Portarosa dijo...

A mí de Kafka me gusta sobre todo el de "El proceso".

Un abrazo.