En el supermercado. Una señora bajita y con los ojos muy abiertos (y paraguas, pelo rizado, o enmarañado, como estropajo, piel curtida con surcos que no conocen cremas) le pregunta a la cajera; ¿Dónde están los platos de tirar? Y la cajera responde; ¿Se refiere a los platos desechables? La señora, un poco impaciente (casi parece que lo que le queda de vida depende de esos platos), confirma con un movimiento de cabeza que eso es lo que quiere. Están ahí (el dedo señala al fondo del pasillo) al pasar la comida para perros… La señora hace unos movimientos de cabeza; a derecha e izquierda, orientándose. Ve esos retratos de perros sanos y peludos y alegres en los sacos de comida y ve el dedo de la cajera que continúa indicando un más allá. El dedo índice hace unos movimientos intermitentes en diagonal de abajo arriba. Más allá de la comida de perros…
Por alguna razón la cara de los presentes es de cierta vergüenza o embarazo. O eso me parece. Es como si algo en la situación los turbara. ¿Será la inédita relación entre la comida para perros y los platos deshechables? ¿O será que no quieren esperar ni un segundo más? Veo sus caras y no puedo evitar reírme un poco, porque todos me parecen buenas personas que sufren muy fácilmente. Siento ganas de cuidarlos a todos, de aclararles que no pasa nada. La señora, con el paraguas mojado tocando con la punta el suelo, se aleja por el pasillo dejando un reguero de gotas.
4 comentarios:
Buen texto.
Gracias Bastian.
Plagiario.
Muy razonado, flecha dorada, el insulto. ¿Plagiario? ¿De qué o de quién? Si no va a parecer que el insulto es sólo por molestar, sin una base que sustente eso.
Además, ¿plagiar qué? ¿este texto?
Saludos.
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