Encuentro en Literatura y fantasma (recopilación reeditada este año de artículos literarios de Javier Marías) un fragmento de Benet, al parecer "en carta privada": "...dejando de lado la totalidad, lo mejor que puede ofrecer una novela se reduce con frecuencia a unos fragmentos. Y a veces me pregunto si una novela toda ella buena, sin un momento excelente, ¿será tan sólo un espejismo? ¿Una manera de exaltar la mediocridad?".
Últimamente había leído, y oído, creo (el oído algo borracho es un gran soñador), esto varias veces, dicho o escrito por Conde-Duque, uno de los mejores escritores de la Red. No creo que esta afirmación deba confundirse con la adoración a ese becerro de oro del estilo literario, la pedrería palabreril etcétera, que es lo que podría pensarse a primera vista. Es otra cosa, me parece. Una novela podría ser algo así como la acumulación (de una u otra forma, con una u otra estructura) de pequeñas verdades que quizá constituyen una cosa más amplia, en conjunto; órganos que forman un cuerpo, y a veces vivo.
Habría así fragmentos hígado, corazón, estómago, fragmentos ombligo, fragmentos culo y fragmentos callo de dedo gordo del pie. Seguiré copiando fragmentos estos días, a ver de qué tipo son.
5 comentarios:
Se agradecen estas lecturas tuyas, Mabalot:
De Las palmeras salvajes en versión Borges no añado nada: fue un gozo hace unos diez años, y tuve la sensación de viajar en dos trenes a la vez, dos líneas paralelas que no se cruzaban. Y sin embargo era el mismo viaje, intenso como siempre en manos de Faulkner. Me gustó la traducción, aunque no puedo saber si era buena o no. Me fio más de Borges que de Marías (que quizá sea mejor traductor).
Joseph Roth: no tenía idea de esas Crónicas Berlinesas, y de verdad tiene muy buena pinta. Me gustó mucho La marcha Radetzky y Hotel Savoy, así que creo que a la vuelta me haré con ese libro. Gracias por la recomendación.
El estilo. A mí me cansa la sobrevaloración del estilo y del autor. Creo que cada obra debe valorarse en un conjunto, sí, pero sin que pese demasiado ese conjunto (autor-estilo-resto de su obra). Sigo teniendo cierto impulso de lector adolescente: a veces subrayo páginas, párrafos, frases. Después de una lectura, a veces queda una sensación de gozo amplio, y de pequeños goces, que son esas frases, ideas, descripciones. Fragmentos, sí, tiene razón Benet. No sé si son pequeñas verdades o deliciosas mentiras, pero por ahí va la cosa. Un abrazo.
Sigue, sigue, que nosotros estaremos aquí, ojo avizor...
Se agradece tu comentario, Azófar. A mí me gusta ese libro de Faulkner, lo estoy leyendo ahora, como dije, y yo tampoco sé si la traducción de Borges es fiel o no, o si falla en esto u en lo otro. En realidad es irrelevante, casi; el resultado concreto es muy bueno. El estilo tampoco es que sea muy borgiano; no es una prosa borges, por lo que parece que el argentino algo se adaptó al lenguaje utilizado por Faulkner, en apariencia. Pero habrá que irse al original antes de seguir mareando la perdiz.
Sí, yo también tenía antes esa manía por el fragmento, y copiaba, ya lo dije más de una vez, en unas libretas los trozos que me gustaban de los libros que leía. Y sigo subrayando las lecturas y escribiendo anotaciones en los márgenes. Después las encuentro pasados unos años y me parecen chorradas y las borro si tengo una goma a mano. Hay frases o párrafos que se resaltan no solo por el aspecto literario, más bien en mi caso suele ser eso, el encuentro con algo que creo infalible, cierto, una verdad que no conocía, o que conocía sin conocerla y en ese momento se me revela, sale a la luz.
Un abrazo a los dos. Seguiremos leyendo y copiando subrayados.
Esto del verano le dispersa a uno. Atenta contra la rutina. Que contra lo que muchos pudieran pensar -y a pesar de su mala fama- no es cosa mala, no. Mis hábitos cuando trabajo se vuelven mucho más pautados -y mi humor, peor-. Ello me permitía en los últimos meses visitar con la frecuencia que se merecen los blos que en mi propia bitácora tengo enlazados y algunos otros que no enlazo por un extraño pudor al que no le encuentro explícación -por ejemplo, me da un poco de respeto enlazar al señor Hidalgo Bayal, y eso que le tengo mucha lealtad-. Y qué coño biene todo esto. Es una mala disculpa, señor Mabalot, para confesarle que le tenía algo abandonado. No me lo perdono -quizás Vd. sea más benévolo-. Acabo de darme un atracón de barca, llevo en ella un buen rato leyendo a gusto, encantando. Me he puesto al día. Y aunque le pese, me reafirmo en algo que hace tiempo le dije -no se acordará ya supongo-, y que al cabo del tiempo y sabiendo que no es muy partidario de eso del estilo, me dio algo de reparo. Que tiene todo lo que escribe estilo. Suyo. Muy propio. Y que a pesar de lo que piensa del asunto, que me lo aventuro, insisto en afirmarlo. Y lo hago precisamente en esta entrada. Donde abomina del estilo de los otros. Déjeme que le contradiga, que eso del estilo no es una invención de críticos, sino que me parece más bien una apariencia, que cuando no se finge, cuando no es afectación ni pose, constituye una manera de saber estar pero al modo en que sólo uno ha logrado hacerlo. Con un garbo personal e intransferible. No sé por qué leches hoy me ha dado por el usted ni por extenderme tanto. Mis perdones por esta ausencica estival, mi admiración por sus entradas y mi ínquebrantable defensa del estilo. Del suyo en este caso.
Un abrazo.
Sr. Diarios de Rayuela, sabrá usted que guardo en una carpetilla de mi servidor de correo los comentarios que mis queridos amigos virtuales tienen a bien escribirme, con los que he disfrutado y disfruto mucho leyendo, y aprendo, sobre todo aprendo, y tengo que decir que este comentario, tanto por el tono tan respetuoso (que lo hace casi jocoso) como por la "confesión", contradiciendo alguna de mis pequeñas fobias literarias, referida a mi persona, convierten su texto en una pequeña joya que leeré de vez en cuando para sacarme una sonrisa los momentos que más la necesite. Que estoy seguro me hará bien, como una aspirina para la reuma del alma que todos padecemos a veces...
Sin más, le agradezco sus palabras y le mando un abrazo de estos virtuales que aunque son un poco más fríos que los otros también llegan al destinatario y algo de calor humano darán.
PD: Le juro que no entiendo, aunque le creo, qué estilo pudiera tener uno al escribir, y menos aún, qué estilo "personal". No me veo, no lo noto. No tomo parte en ninguna cruzada contra el estilo, aunque es cierto que prefiero a aquellos escritores cuyo supuesto estilo consiste en que se note poco que lo tienen.
El caso es escribir claro y sin demasiadas monadas.
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