Unos bichos diminutos y traicioneros de estilo microscópico me recorrían el cuerpo a sus anchas, acampando en la garganta como indios o gitanos o domingueros y plantándome un fuego que no se mitigaba ni con ríos de saliva y agua del grifo bajando el esófago. Estaba enfermo, estaba jodido. El puente de mayo me había traicionado. El día del trabajo lo pasaría en la cama, como un moribundo. Adiós ríos, adiós fontes... que diría Rosalía desde su camastrón.
A mi derecha hay una ventana que me presenta una imagen disecada. Todo está parado, gris pálido, como en foto antigua. No se mueve ni una hoja de lechuga. Enciendo el ordenador a escondidas; me arriesgo a que mi madre, o la que la sustituye (ahora que tengo edad para trocarla por otra mujer) entre con el palo de la escoba y me lo rompa en la espalda, obligándome a matar los virus a fuerza de aburrirlos en cama.
Varios libros esparcidos por esta mesa. Tiene uno la sensación de que alguien vino a tocarnos los papeles en nuestra ausencia, esta silla que chirría y despierta a los muertos, este ratón enorme, casi más grande que el ordenador, los cables que juegan a hacerse nudos marineros entre ellos, me engañan con otro. Parece que en vez de hacerme los trabajos por las noches unos duendes remolones me cogen los libros y los pican y me los dejan por ahí tirados, abiertos algunos, cerrados otros, en posturas a veces malas. Pensaba colarme en este cuarto y darme el gusto de copiar unos párrafos de la magnífica biografía de Solana que escribió el gordo Ramón (el otro día me faltó nombrarlo como gran divulgador de su obra). Pero no me decido, paso las hojas y releo y me río y acabo tosiendo de tal forma que ya no se sabe dónde acaba la risa y donde empieza el pudrimiento.
Pero antes de seguir escribiendo de nada os echo unas frases que yo he picoteado, porque a veces uno es como esas gallinas que caminan con la cabeza gacha como buscando duros por el suelo. Ramón, en el último capítulo, nos dice:
"Solana con pachorra, idiosincrasia y lo que hay que tener, refleja el final del mundo que es cada semestre.Amén.
El pintor puede o no puede salvar un pedazo de realidad. Eso es esencial.
Cree muchas veces salvarlo pero como si nada, irá su cuadro a la fosa común. El pintor indiscutible y verdadero como Solana, mira con misericordia lo que pinta y salva.
-¿Qué está usted haciendo?
-Los niños tullidos y deformes del asilo de Escorial.
Y cuando vi el cuadro vi que Solana había salvado de la desesperación entre lo insano y lo no vivido a aquellos pobres niños que así vivirán siempre.
¿Lo que vimos ya no lo volverá a ver nadie? -nos preguntamos a veces algo consternados. Pero no, ahí está el artista que hace se siga viendo, que nuestra época no muera en nuestros cráneos vacíos hasta el raspaje absoluto."
8 comentarios:
Yo, que reboso salud -es un decir-, voy a copiar alguna de las frases geniales de R.G.S. que tengo subrayadas a lápiz en mi ejemplar de la Biblioteca Picazo de 1972, comprada hace bastantes años en el baratillo de la plaza de Alonso Martínez. (Por cierto, que veo en el copyright que el heredero de Ramón se llama -o llamaba- Eduardo Alejandro Ghioldi; será un argentino, ¿no?)
"Solana se salva gracias a su chorizo, a amontonar jaquecas de castigo, a no asustarse ante la fosa que uno no tiene más remedio que cavar en uno mismo"; "Busca, observa, medita, se queda cabizbajo y después escribe, pinta o esculpe"; "La paleta de Solana parece llena de las cosas que hay en las casquerías, y pinta mojando en vez de en colores en desperdicios humanos"; "ángel de lo destartalado, Solana tiene esa condición angélica encubierta por su palurdismo y se barbarie"; etc.
A mí fue él quien me descubrió al Solana escritor (el Solana pintor me tenía obsesionado desde pequeño, gracias a un tomo de la colección de "Grandes maestros de la pintura española" que tenía mi padre.
Creo que somos muchos los que le debemos mucho a Gómez de la Serna. Desbordaba literatura por todos los poros de su cuerpo el tío...
Bueno, Mabalot, ánimo. Que te mejores pronto.
Olé. Y olé.
Y que te mejores.
Pues vaya, se me olvidó poner los datos del libro y resulta que tenemos la misma edición.
Ediciones Picazo, 1972. Primera edición en Biblioteca Picazo: Septiembre 1972. Una editorial catalana, de Barcelona. Sí, el heredero es ese tal Eduardo Alejandro Ghioldi. ¿?
Yo lo compré hará cuatro años, o por ahí, en la Cuesta de Moyano. Estaba del trinque, nuevo, el ejemplar, como recién impreso.
Para mi Solana existe como escritor hojeando Papeles de Son Armadans, la revista de Cela. Un número de sabe dios que año lo dedicaban a la obra literaria de Solana, y claro, busqué como un loco aquellos libros del pintor. Después de leerlo, en una edición censurada de sus Obra Completas, en Taurus, 1965, una caca, que me leí desde la primera página hasta la última, sabiendo casi qué trozos faltaban porque Cela en su revista los sacaba, y casi iba del libro a las fotocopias que tenía para hacerme yo una lectura no censurada.
Después Trapiello le hace un prólogo muy bonito para su edición en La Veleta, que por cierto titula "Otro Prólogo para la España Negra", en referencia al de Cela.
Este prólogo de Trapiello no tiene desperdicio, y convencería a un mandril o a un ejecutivo de las bondades de la literatura de Solana.
Gracias a los dos, ya van muriendo estos invasores microscópicos (si fuese uno Solana le metería unos chupitazos de aguardiente al cuerpo para acelerar la hecatombe, pero me conformo yo con los antibióticos).
Un saludo.
Descubro tu blog a gracias a un comentario tuyo en el del señor de Portorosa, compañero de trabajo y amigo, y desde ya te digo que no pienso abandonarlo, pues es de lo más interesante y original que he encontrado desde hace tiempo. Un fuerte abrazo desde el corazón de San Sebastián de los Reyes en Madrid. Te seguiré y te mantendré enlazado desde mi blog.
PD: mi primera aportación ha sido para elogiarte. Dejaré los comentarios a tus post para visitas posteriores.
Qué decir, aparte de agradecerte de verdad tus palabras tan amables. Este es un rincón muy pequeñito donde nos reunimos de vez en cuando unos amigos que tenemos gustos parejos en esto de los libros y de escribir. Poco más, aunque eso a mi me colma, al menos el placer de compartir y conversar algo sobre autores y libros...
Estas, por supuesto, invitado. Bienvenido, rythmduel, aunque tienes un nombre un poco difícil. Cosa de acostumbrarse.
Me estáis metiendo a Solana en las venas, canallas. ¡No doy abasto con vosotros! Preciosa, grandísima entrada, Mabalot. Contra la enfermedad: películas y lecturas. Y maula, mucha maula cuando te repongas, para que te sigan cuidando bien.
Gracias, Manuel. Sí, maula tengo de sobra. Sospecho. Dejémoslo en una ligera y elegante hipocondríasis relacionada con algún trauma infantil, por ejemplo, ver morir a Richard Chaning, el de Falcon Crest.
Llegó a morir Richard Channing? Me lo ocultaron, desde luego. Qué padres!
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