18/3/07

Una enorme sombra

En esto de los libros hay que dejar que el instinto (esa glándula) decida por nosotros; el cerebro no tiene ni puta idea. Si le hacemos caso, si nos guiamos por lo que nos cuenta (el pobre se deja convencer con razones) acabamos leyendo cosas infumables como mártires jilipuertas, y lo que es peor, acabamos leyendo cosas aburridísimas, que nada tienen que ver con nosotros.

Cada uno lee su biografía, su biografía interna, y su vida, la de afuera, también. Por eso a veces no tiene mucho sentido recomendar libros. Cada uno que se encuentre los suyos, los únicos que le valen. Hay algunos tan buenos que nos explican a todos, en ellos el retratado es el humano profundo, es decir, el subnormal profundo que duerme mayormente aquí dentro, debajo de las costillas o del cráneo, su sueño de zombi espiritual. Con esos libros, que son “como el hacha para el mar helado que llevamos dentro”(Kafka), valen las recomendaciones; es apostar sobre seguro, pero no son muchos. Por desgracia, o por fortuna.

Por eso hay cosas con las que no puedo, y como no puedo ya ni quiero poder, ya que estamos, si me fío de mi glándula lectora. Cuántas veces (bueno, no tantas), me dije; voy a leer a Benet. Las mismas que acabé diciéndome; no vuelvo a intentarlo. Nada qué hacer, cosas de la glándula. También le repele, por ejemplo, la "Ley de régimen jurídico de las Administraciones Públicas y del procedimiento administrativo común", que tanto se parece a veces a las cosas del propio Benet.

Y después he comprobado una norma que se cumple casi a rajatabla por mis praderas interiores; haciendo cuentas llego a la conclusión que todo escritor que se dice admirador de Faulkner se me atraganta, como hueso de pollo, y si dice que es deudor, vamos, salgo corriendo, aunque sea en bata... No es que Faulkner esté mal, no es eso, está bien, me gusta, pero sus deudores me sientan como una patada en los mismísimos. Es decir, mi glándula no los tolera, es así de fina. No es mi culpa, la culpa es de esa cosa, una próstata que segrega endorfinas o ácido clorhídrico según leamos a Pessoa o a T.S.Eliot, respectivamente.

Pero hay una excepción; Lobo Antunes. Y dentro de Lobo Antunes, otra excepción; sus crónicas. Estas me gustan, más que sus novelas. Sobre todo en portugués, lo prefiero.

Me lo imagino escribiendo esos pequeños relatos sobre la mesa de la cocina, entre migas de pan, como un descanso que se toma de sus novelas, con la luz amarilla de la bombilla temblando de soledad o de frío o de algo así, que encoge el coraçao, en ese momento del día que los medio portugueses llamamos entre lusco e fusco, ni día ni noche, y añorando otros tiempos que ya no volverán, otras viudas que no fue, o ese jubilado que da de comer a las palomas y que habla con la foto de su mujer, recordando aquel pie de niño muerto para el que escribe.

Remato con esta cita. Es el final de una crónica (A compaixao do fogo). Se refiere al final de la vida de Tolstoi, tan ventilada últimamente en una casa vecina:

“Talvez acabe morrendo sozinho, numa pobre estaçao isolada de caminho de ferro, como Tolstoi. Espero que sim, porque enquanto agonizava, deitado numa espécie de maca, os seus dedos continuavam a desenhar no lençol letras e letras que o encarregado dos comboios ia tentando ler. Uma estaçao de caminho de ferro isolada pola neve, um velho agonizante a deixar na mortalha uma mensagem de fogo e um camponês a soletrar-lhe as frases até que a mao parou. A mulher de Tolstoi no seu diário: morei quarenta anos con Leao Nicolaievitch e nunca soube que espécie de homen ele era. Ninguém sabia entao. Hoje sabemos: fez-nos erguer sobre as patas traseiras e projectamos uma enorme sombra.”

13 comentarios:

Edmundo Busoni dijo...

Señor Mabalot:

me permitiré la libertad de hacerle una observación, siempre con el máximo respeto, por supuesto y como es mi costumbre, y sabiendo que Ud. no va a coger el rábano por las hojas y no me va a malinterpretar.

El caso es que creo recordar que no es la primera vez que habla Ud. de Benet en esos términos. Como veo -o creo ver- que lo suyo con ese escritor es algo estrictamente literario y no más bien, digamos, ¿personal?-visceral como creo que sí lo es con Suso del Toro (o como lo mío con el juntaletras de Manzaneda de Torío) me permito recomendarle para ver si así cambia de opinión, al Benet ensayista (si no lo ha leído ya), sobre todo el de "La inspiración y el estilo". Supongo que si -a propósito de los deudores de Faulkner- cometo la osadía de recomendarle algún libro de Javier Marías, corro el riesgo de que me tire Ud. este comentario a la cabeza, así que me abstendré de tales propósitos, de momento.

Lobo Antunes para mí es uno de esos escritores que, en medio de una escalera, nunca se sabe si suben o si bajan. Desde luego los artículos que escribe para Babelia me parecen un fantástico ejercicio de cómo se pueden escribir párrafos y párrafos sin decir absolutamente nada, para dejar al lector como estaba antes de leerlo y con un palmo de narices. Además, recuerdo que le leí una vez unas declaraciones donde venía a decir algo así como que lo único que valía de la literatura en español era Julio Cortázar. La verdad: ese tipo de boutades no suelen servir para apreciar a quien las dice (¿de verdad creen que son provocadores y escandalizan con semejantes gilipolleces, y no me refiero sólo a Antunes sino a todos los escritores que utilizan una estrategia similar?).

Se me acaba de ocurrir una cosa, Mabalot. Le propongo un mano a mano que consistiría en lo siguiente. Escribe Ud. un post explicando sus razones contra Benet, y yo escribo una réplica en mi blog con otro post de similares características sobre el ilustre habitante de Conde de Xiquena y ocasionalmente de Las Viñas. A continuación, yo le publico a Ud. en mi blog su defensa de Trapiello y Ud. me publica en el suyo la mía de Benet o de Marías (si lo elige Ud. como objeto de sus descargas). La periodicidad podría ser mensual. Extensión: alrededor de un folio. Podríamos comenzarlo este otoño: a la vuelta de las vacaciones de verano estaremos en plena posesión de energías. La duración podría ser como en los debates medivales: ad infinitum o hasta que el juego aburra o uno de los dos muera de viejo. Si algún día, debido a que escribo sobre Trapiello, me viene una irremediable diarrea que me impida escribir, Ud. será comprensivo y me concederá una baja por enfermedad. Lo mismo si la cagalera le adviene a Ud. Si se anima, podríamos concretar más adelante las reglas del juego. ¿Qué le parece, Mabalot? ¿Recoge Ud. mi guante?

Mabalot dijo...

El que va coger cagalera voy a ser yo si Antunes dijo lo de Cortazar. me cuesta creer semejante cosa. ¿está seguro, don Edmundo, que fue este portugués el animal?
No me cuadra.Céline y Faulkner los extranjeros, y Benet en castellano.

Ahora tengo prisa y no puedo contestarle por lo menudo, pero sí, recojo el guante porque suena divertido aunque no creo que yo tenga mucho que escribir de Benet, a no ser que no lo trago y punto. Ya digo, se me atraganta lo que escribió el susodicho. Leí en ensayo su Otoño en Madrid hacia 1950, que me decepcionó, con tan bonito título tan poca cosa. "la intuición y el estilo", sinceramente, no recuerdo haberlo leído, pero si lo leí, ya ve, es como si no lo hiciera, así que mucho no me impactó. En todo caso lo cogeré en la biblioteca, a ver si me da otro entripado.
Ya le responderé en otro momento.

Agradecer su comentario, y saludos.

conde-duque dijo...

Me fiaré de tu instinto y me acercaré a esas crónicas, pero ¿dónde están publicadas (en español, Siruela)? ¿Hay algún libro en concreto?
Como no me gusten, te pego.

Mabalot dijo...

Están recopiladas en Siruela, pero vamos, hay tanto que leer... tampoco te tomes tan en serio mi instinto.

Además, insisto, en castellano, de la mano del Merlino me chirrían un poco.
Son prosas así a medio camino entre el relato corto y el ensayo y las memorias. Un mejunje, que para más inri, está lleno de entreparéntesis separados de su párrafo que aclaran o complican el hilo de la narración.

En su contra hay que decir que estas crónicas son puro chollo alimenticio y no pocas veces saca de técnica, que bien se la sabe, y redondea toda crónica como el que hace donuts de humo.

¿Valen la pena? Eso que lo decida tú instinto, Conde.

A don Edmundo le retaría a adelantar un poco el duelo, al menos la parte que le toca, porque ya que ofendí su honor presumiendo de lo poco que me gusta Benet, lo interesante sería que diese por sellado el pacto duelístico (cuyos inicios pudieran ser en Otoño) con un artículo en el que se refiera al muy admirado por estos lares don Andrés Trapiello.

A suso de Toro, por cierto, no lo odio, ni visceralmente ni civilizadamente. Lo leí, lo escuché, lo veo pasear carpetas (cada día con más papada) y no lo odio; ni lo quiero, vamos. Paso de él, literariamente (Es otro faulkneriano, así lo dijo en una conferencia hace siglos; que no le digan al escritor gallego que tiene influencias de Cunqueiro, tan próximas; ¿por qué no puedo estar influido por Faulkner? Pues hala, a tu gusto, hombre...)
Pero está pesado últimamente. Muchas responsabilidades.

Un saludo.

Portarosa dijo...

No sé si comentarte, después de haber leído que "Faulkner [uno de los mejores escritores del mundo de todos los tiempo, para mí] no está mal"...

Lo del pie de Antunes, que he recordado haber leído, me parece terrible, me parece algo por lo que tener pesadillas toda la vida.

Un abrazo. Me ha encantado el post.

Anónimo dijo...

...Todavía me estoy riendo con ese intercambio de guantes. La cosa promete. Varias preguntas de espectador:
1.¿El duelo es a primera sangre o a cosa más seria?
2.¿Se cobrará entrada?
3.¿Se admiten 'voluntarios' para dar collejas o pescozones a quienes reculen y traten de alejarse del ring?
4.¿Habrá asistencia psicosanitaria para los damnificados?
5. En fin, si ahora toca Benet-Trapiello ¿más adelante se admitirán otras parejas artísticas? Quedo a la espera. Un abrazo, Mabalot.

Anónimo dijo...

El 20 de marzo de 1976, el escritor ruso y Premio Nobel de Literatura Aleksander Solzhenitsyn expuso en un programa de Televisión Española sus ideas acerca de los problemas básicos de nuestra civilización. Esta intervención fue comentadísima en la prensa española y dio lugar a grandes controversias.

Con motivo de esta entrevista, el comentarista político español Juan Benet escribió: "Yo creo firmemente que mientras existan gentes como Aleksander Solzhenitsyn perdurarán y deben perdurar los campos de concentración. Tal vez deberían estar un poco mejor custodiados, a fin de que personas como Aleksander Solzhenitsyn, en tanto no adquieran un poco de educación, no pueden salir a la calle".

Estos consejos policíacos del señor Benet se recogieron en el periódico soviético Pravda, el 30 de marzo de 1976 (*)

(*) Nota a la edición rusa de Kontinent, A. Neimanis Vertriebsgesellschaft, D., 8000 München 40-Bauerstrasse.


De todos es sabido que el señor Benet es comparable en su escritura a Aleksander Solzhenitsyn, el creador de Archipiélago Gulag, Pabellón del cáncer o Un día en la vida de Ivan Desinovich.

Amén.

Mabalot dijo...

Sr. Maksimov, ahí ya no entro, o no entraba en mi post, el personaje o la persona Benet (nunca se sabe muy bien con los escritores dónde acaba el personaje y dónde empieza la persona) en su vertiente política. La boutade sí que es de acojonarse.

Al lado de eso hablar de si tal autor es bueno o aburrido etc... suena a juego de niños...
Gracias por su comentario.

Don Juan;
1)El duelo, por parte de don Edmundo, que se toma las cosas estas de los gustos literarios mucho más en serio que yo, es a muerte, pero hasta que uno de los dos muera de viejo, de aburrimiento o de cagalera. Como ve, promete.
2)Por supuesto, será gratuito, aunque si la cosa atrae al respetable se pensará en las posibilidades de hacer negocio, aunque sea algo así como una lucha libre literaria, con volteretas, patadas en el aire y cabriolas varias y vistosas...
3)Sí, pero no se admiten pescozones tendenciosos, a no ser que sean a mi favor... (Se admite soplar argumentos y datos...)
4)Existe la baja por enfermedad, por lo tanto, sí, habrá asistencia psicosanitaria...
5)Las parejas artísticas que se propongan. Aunque todos sabemos que esto de las antítesis literarias son juegos para pasar el rato un tanto ficticios, sin una realidad subyacente; hay gustos, y poco más.
Salud, un abrazo.

Porto; Faulkner me gusta, macho. Qué se va a decir de él. En todo caso no me leí todo lo suyo. A veces me aburre, a veces me encanta; hay trozos que leí docenas de veces. En todo caso no lo tengo en un altar.
(A veces lo pienso; Esto de los gustos literarios genera pasiones un tanto exageradas; dime algo de mi mujer que te lo paso, oye, pero como toques a mi autor favorito, ahí sí que no s vamos a ver...)

Lo del pie, sí, cierto, es para tener pesadillas; pero siendo médico, quizá debería estar un tanto escaldado.
Un abrazo, Porto.

Portarosa dijo...

No, no, nada de pasiones exageradas. Todo dentro de un orden.

Sólo leí "Volverás a Región", de Benet, y de Trapiello no he leído nada. Así que, con ese bagaje a mis espaldas me considero capacitado para preguntar ¡¿Pero es siquiera planteable una comparación Benet-Trapiello?! (Por cierto, del libro de Benet no entendí casi nada; estaba acabándola y no sabía quiénes coño eran los que llevaban hablando toda la novela, ni qué relación había entre ellos: padre/hija, matrimonio, amantes, hermanos, amigos... Pero, esnob como soy, me pareció acojonante cómo estaba escrita, algo sensacional, qué quieren que les diga).

Sí, supongo que siendo médico es imprescindible estar escaldado para mantener la cordura.

Un abrazo, Mabalot.

Edmundo Busoni dijo...

Más que "duelos", porque yo a Mabalot sería incapaz de tocarle un pelo, propongo que sean considerados debates medievales con sistema de turno-réplica, discusiones bizantinas o partidos de ping-pong donde la pelota sea Benet, Trapiello, o quien sea.

A nadie se le escapa que esto de los gustos literarios sobre los que disputar no es más que una excusa para jugar como cualquier otra, con todo lo lúdico que lleva añadido el hacerlo de blog a blog y bajo identidades ficticias. El énfasis que se pone en la defensa de unos y en el ataque de otros no deja de ser un gesto impostado. Por encima de todo creo que puede ser divertido, y seguro que aprendemos los unos de los otros. Dicho esto como preámbulo, afinemos un poco más.

Secundo una por una las respuestas de Mabalot a las cuestiones planteadas por Juan Domingo. Respecto al punto 3), yo incluso diría que la presencia de “voluntarios” que den pescozones a quienes reculen debería ser prescriptiva. Y si en lugar de ser un mano a mano entre dos alguien más se quiere sumar, perfectamente podemos organizar el asunto a tres o cuatro bandas. Yo por mi parte prometo publicar en mi blog como entradas -y no como simples comentarios- todas las réplicas que se me quieran dar a mis posts sobre Trapiello.

Respecto al punto 5), las parejas artísticas podrían ser innumerables. Y desde ahora mismo salgo del armario y me propongo declarar abiertamente mis fobias y mis filias por si surge alguna otra idea.

Detesto a:
Andrés Trapiello, Juan Manuel de Prada y Luis Cernuda. Entre los extranjeros, mencionemos a Laurence Sterne.

Me gustan:
Javier Marías, Juan Goytisolo y Pérez-Reverte (blanco fácil desde el punto de vista literario, ¿eh?, para que no crean que juego con ventaja). Entre los extranjeros elijo a James Joyce. También podría, llegado el caso, salir en defensa de Benet.

Yo no tengo ningún inconveniente en que entre las razones que se aduzcan se recurra a las personas de los escritores, y no simplemente a sus obras. Si alguien sabe a ciencia cierta que tal escritor que uno defiende resulta que robaba en los supermercados, o no se duchaba o era cruel con los niños, por mí puede decirlo. En este sentido, las palabras de Maksimov sobre Benet son irrefutables: sí señor. Un golpe directo, certero y seco que me veo incapaz de defender. Ya conocía sin embargo estas acusaciones, así como la de que Benet proclamaba a los cuatro vientos un izquierdismo radical que luego desmentía descaradamente con sus hechos, como su afición a los coches de lujo. El último en acudir a estos tópicos ha sido Rafael Reig en “Manual de literatura para caníbales”.

Dado que Mabalot me invita a que dé el pistoletazo de salida con un post sobre Trapiello, acepto. Trataré igualmente de no demorarme mucho en publicarlo.

Mabalot dijo...

Vayamos con Porto, que me reí mucho con su comentario. (¿puedo utilizarlo como argumento? El lector inocente, buena persona, sin intereses hacia ninguna parte, que da su punto de vista...)

Es de enmarcar; "(Por cierto, del libro de Benet no entendí casi nada; estaba acabándola y no sabía quiénes coño eran los que llevaban hablando toda la novela, ni qué relación había entre ellos: padre/hija, matrimonio, amantes, hermanos, amigos... Pero, esnob como soy, me pareció acojonante cómo estaba escrita, algo sensacional, qué quieren que les diga)". La última parte no juega a mi favor, pero todo se andará...
Y sobre todo veo muy interesante algo que dices, Porto; ¿Es comparable Trapiello con Benet? La broma estaría en decirte que Benet es calderilla al lado del "ilustre habitante de Conde de Xiquena y ocasionalmente de Las Viñas". Pero creo que tienes razón en una cosa; No son muy comparables si nos atenemos al puesto que ocupan, cronológicamente, en la historia de la literatura. Mientras uno ya está plantado, para bien o para mal, en los libros de literatura, el otro está vivito y coleando, y es demasiado reciente como para compararlo con el ingeniero de minas. Pero, por enfrentar, enfrento a quién haga falta. Más lógico hubiera sido quizá la rivalidad Marías-Trapiello, o quizá Goytisolo-Trapiello. Aunque de estos dos tango casi menos que decir que de Benet, pues ni me van ni me vienen, ni me gustan ni me disgustan sobremanera, y así se hace difícil meterse en el debate. Benet, como está más lejos, es como un pelele, y da igual lo que hagamos con él.

Secundo, a su vez, el comentario de Edmundo sobre esto; "Y si en lugar de ser un mano a mano entre dos alguien más se quiere sumar, perfectamente podemos organizar el asunto a tres o cuatro bandas." Sería más descansado para un servidor y más divertido que la "disputa medieval" incluyese más contrincantes... Sino tiene un poco pinta esto de una de esas luchas de barro entre hembras bien dotadas con camioneros en las gradas que beben cerveza y "animan" a las susodichas a seguir revolcándose en tales lodos favorecedores.

Es curioso que deteste a Sterne, siendo Marías y Benet devotos del cura este gracioso.

Lo de Juan Manuel de Prada creo que es un sentimiento comunitario. (Por cierto, su artículo sobre él, la verdad, es muy bueno).

Y james Joyce; ¿Qué James Joyce? El de Dublineses y Retrato, gusto que comparto, o el del Ulises, que me parece algo así como Ciudadano Kane, un diccionario de estilos y parodias, y como tal está bien, pero no como algo serio. Y ya no digamos la diarrea final esa que no hay ser vivo que pudiera leer...

Me alegra que vaya a escribir ese post de Trapiello pronto, aunque mi respuesta va a tener que esperar un tiempo (quizá alguno de mis colegas literarios me sustituya; ¿alguno se anima?) ya que el domingo emprendo el vuelo fuera de España unos quince días y dejaré el chiringuito ese tiempo...

Una petición, en todo caso. Publíquelo usted el sábado como muy tarde, si ello le es posible, para que me vaya con las palabras del "enemigo" en la retina y pueda rumiar alguna replica por el camino, que va a ser largo y cansado...

conde-duque dijo...

¿Adónde te vas, Mabalot, cuéntanos?

Mabalot dijo...

A otro planeta. Os cuento en un post antes de largarme qué planeta concreto es.