"Me despierto y llamo a B.
B es cualquiera que me ayude a matar el tiempo.
B es cualquiera y yo no soy nadie. B y yo.
Necesito a B porque no puedo estar solo. Salvo cuando duermo. Entonces no puedo estar con nadie.
-Hola.
-¿A? Espera, voy a apagar la tele. Y a mear. He tomado un diurético que me hace mear cada quince minutos.
Espero a que B mee."
Mi filosofía de A a B y de B a A, Andy Warhol (1975).Hace un tiempo, días, semanas, meses (he perdido la noción del tiempo), mi amigo P. me dejó este libro. Mi amigo P. es un exquisito. Mi amigo P. tiene una napia enorme que olfatea lo sublime con la misma facilidad que el chucho policía viejo ve venir una maleta con bicho.
Él encuentra una obra maestra en un todo a cien. Me devuelve unos libros que le había prestado y me cuela éste de Warhol: toma, leetelo, no me dijo, pero como si me dijera. Mi amigo no dice mucho. Yo pensé; ¿Andy Warhol? ¿Por escrito? Sino fuese por mis prejuicios perdería la vida entera aguantando lo inaguantable. Los prejuicios son malos, me hacen daño, me lastiman en el calcañar, me rozan los testículos y ando como un meado con ellos.
No pienso dejar a un lado mis prejuicios, como mucho los cambiaré por otros, pero siempre tendré unos que serán míos, y los querré como si los hubiese parido yo mismo. Amo, por ejemplo, mi prejuicio hacia Zafón, mi desprecio, y solo porque tiene perilla, porque él tiene perilla: no tengo ningún prejuicio contra las perillas. Las perillas son inocentes. Zafón, también, seguramente, pero tiene millones de lectores y perilla; esa combinación resulta fatal. Toda mi vida se alió para que me resulten insoportables los escritores ricos con perilla.
Pero claro, todo cambia. Antes apenas apreciaba a los artistas pop americanos que llevaban bisoñé blanco. Somos agua como decía Bruce Lee (antes lo dijo Lao Tse); y al ser agua somos aquello que hacemos. Si leo soy libro, si trinco soy todo pene, si fumo soy cigarro; si leo a Andy Warhol soy Andy Warhol en forma de libro. Empecé a leer, otra vez en la cama, mi sitio preferido para leer y para todo, también para dormir, y pasé unos días cojonudos por la noche. Deseaba que llegara la noche para ser un libro con peluquín blanco.
A veces me reía. A mi lado K. también se reía, con su libro; ella de lo suyo, yo de lo mío. Yo le preguntaba, de qué te ríes, cuéntame. No, contado no tendría gracia, me dice. Y volvía a lo mío. Soy peluquín, soy agua, soy libro.
"El mayor precio del amor es tener que aguantar a alguien cerca; no puedes estar a solas, lo que siempre es mucho mejor. La peor desventaja, naturalmente, es la falta de sitio en la cama. Hasta un perrito te fastidia en el cuarto."Miro de reojo. Ella lee y ríe, al pasar las páginas suenan como latigazos. Soy agua turbia. Mi momento preferido es cuando se duerme y yo me quedo sólo, siendo libro.
"Ser realmente rico, creo, es tener un espacio. Un inmenso espacio vacío.Este por alguna razón lo aclara todo, sin aclarar nada. Les recomiendo este libro; enseña, deleita y acompaña. No hace falta que adoren a una lata de sopa Campbell para disfrutarlo.
Creo realmente en los espacios vacíos, aunque, como artista, hago un montón de basura.
El espacio vacío es un espacio que jamás se desperdicia.
Un espacio desperdiciado es cualquier espacio con arte dentro.
Un artista es aquel que produce cosas que la gente no necesita, pero que él -por alguna razón- cree que es buena idea ofrecérselas."
4 comentarios:
¡Ole ese Andy! Tío, me acaban de dejar el Internet funcionando en casa y estoy como petrificado...
Hombre, bienvenido. Aunque por la rapidez intuyo que no fue jazztel...
Que lo disfrutes!!!!
Hay que ser imbécil para estar orgulloso de odiar a alguien, quien sea, por tener perilla y ser escritor famoso y anunciarlo a los cuatro vientos. La prepotencia de la gilipollez es impresionante. ¿Que tal un prejuicio contra los pelirrojos que sean médicos? ¿O contra los tipos con bigote que conducen coches de más de 30.000 euros? Una de las maravillas de internet es que se acaban encontrando cosas como esta y se da uno cuenta que siempre hay alguien más tonto que uno y además sobrado de su propia idiotez. Por favor, más.
Bienvenido Chema. ¿Quieres ser mi troll? Me haría mucha ilusión. Tú serías el complemento perfecto para este blog, que como sabes está lleno de insensateces.
Un saludo, amigo...
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