10/3/10

El previsible fin del mundo…

¡Esas manos!

Me hace gracia. Después de maldecir a diestro y siniestro durante toda una entrevista, después de maldecir al ser humano y desear su extinción etcétera etcétera, le preguntan por el libro electrónico. Es como si después de recibir una noticia terrible uno preguntara qué hay de comer:

"¿Hay alguna esperanza de cambio para el hombre?

El hombre es un animal confuso, de mente cambiante y caótica que le hace creer que es la gran cosa pero no, es un pobre simio atropellador y mentiroso. El ser humano es una basura, un asco. Que se acabe.

¿El libro electrónico es un enemigo o un amigo?
No te preocupes por el libro electrónico, que no va a alcanzar a desplazar a otro porque antes explota esto. Esa es mi gran esperanza, la última que me queda, la de la gran explosión."

Tanta universidad y tanto Aristóteles, Dante y Shakespeare por el mundo repartido, en cabezas y bibliotecas, para al final acabar anhelando la gran explosión. Es un poco pobre la idea. No digo que no le falte razón, al menos en parte (el mundo nos llega a través de los medios como una gran cloaca global), pero desconfío de ese nihilismo de salón, de maldecidor rutinario. Más fácil le sería sacarse a él del medio y acabar de una vez con el ser humano, con el mundo, y con la promoción de libros. ¿A qué esperar? Así como hay una película yanqui de catástrofes cada año (meteoritos, virus, extraterrestres, todo sirve), aparece de vez en cuando el apocalíptico profesional haciendo que echa mucha espuma por la boca, que la condición humana le atormenta y le duele como una muela maldita. Es la profesionalización del anunciador del fin del mundo. Un fin del mundo poco convincente, por previsible, por repetitivo, cosa cansina. Delante de su madre seguro que dramatiza menos.

Creo haberle leído algún libro que me gustaba, aunque ya hace siglos, cuando el fin del mundo parecía tan lejano y todo me parecía bien.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

primero el nombre de tu blog es asombroso. Segundo siempre pienso eso..pero es evolucion vibracion..drogas..alucinacion..corrupcion..episodios reveladores..muerte..nacimiento. pero esta bueno.
sinceramente el conde RAKOTZY
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M. dijo...

Prefiero la sutilidad de Amis: me parece al menos más ingenioso.

http://www.abc.es/20100126/cultura-libros/delirante-amis-pide-cabinas-20100126.html

Aperta!

Miguel Baquero dijo...

Cómo me aburren esos tipos apocalíticos y amargados. No me los creo, vamos. Si todo fuera tan terrible, para qué escribir, para qué molestarte en publicar algo y que lo lean tus semejantes, a los que odias, para que vas a hacer una gira de promoción si el mundo se va a acabar mañana...

Sinceramente, el tal Fernando Vallejo me parece un imbécil al ir contra todo. Es más, me parece la antítesis de un escritor, que siempre los ha habido pesimistas, y aun muy pesimistas, pero siempre han guardado un rescoldo de ternura humana.

Se ha pasado de frenada, en mi opinión. Ha adoptado una pose y s eha pasado varios pueblos

Mabalot dijo...

El problema es cuando al escritor se le acaba el talento o no sabe qué hacer consigo mismo; confunden su propia impotencia y asco hacia sí mismos con un nihilismo ñoño y simplón. ¿De qué se puede quejar el señorito Vallejo, o el pijo Amis, cada día más gilipollas?

Habría que escribir un ensayito sobre estos señores rabiosos con calzoncillos de seda. Lo titularía: Cómo odiar el mundo viajando en primera clase.

Yo para escuchar lo que dice Amis me voy a Madrid (por ejemplo), me meto en un taxi y saco el tema de los moros. Hace tiempo le leí un ensayo a Amis sobre el 11-S, y es un ensayo repugnante; de lo único que te enteras es el del estreñimiento de Atta (cosa, a todas luces, perfectamente documentada, claro). Como metáfora debe uno inferir que la explosión del avión contra una torre fue como una gran explosión de mierda rancia, en realidad una liberación para los intestinos, una necesidad biológica.

Pensaba yo que Amis tenía una postura más razonable, por contundente y defensora del laicismo y la dignidad del individuo en la sociedad occidental etc..., en ese tema del fundamentalismo islámico, frente al buenismo chorra del progresismo. Pero no; su contundencia tiene más de barbarismo de taberna, de paletismo a lo Anglada.

Nada, nada, honestidad, verdad: he ahí los Cioran, Céline, Bernhard.

Unha aperta, señores. Feliz domingo.

Portarosa dijo...

Genial post (me he reído mucho, sobre todo con lo de su madre) y muy bueno tu comentario.
Qué bien.

Un abrazo.