6/1/09

Dibujos animados

No me lo imagino de protagonista de una película de Bergman, donde tantos escritores, directores de teatro y cine, músicos y artistas en general salían acorralados por grandes problemas interiores. Gente triste y con gafas que se quedan mirando a un cristal mojado mientras suena una Sarabanda de Bach. Resulta (me cuentan) que está tan cachas que es imposible no sorprenderse, con un torso en forma de V y una musculatura exagerada en brazos y hombros. La comparación incluye el nombre Schwarzenegger(copiado del Google, nunca supe ni sabré cómo se escribe). Es pianista. Un pianista famosete. Yanqui, para más señas, aunque tiene nombre ruso. Llega a los ensayos mascando chicle con la boca abierta y escucha las directrices del director con la mirada lánguida del que deja salir por un oído lo que le entra por el otro o la experiencia del que ya toreó en todas las plazas, todo eso subrayado por los chasquidos del chicle ensalivado contra el paladar. A pesar de ser un retrato robot de un vigilante de la playa al que se le ha ido la mano con los anabolizantes es un verdadero artista de lo suyo (me cuentan y quiero y puedo creerlo) y cuando toca parece más sensible que un JRJ al que se le acaba de morir el burro. Dentro de esa jaula de músculo se esconde un tipo sensible que habla seis idiomas, incluyendo el húngaro y el sueco, y lee tres más, incluyendo el griego. Chapurrea el chino mandarín y algún otro más casi extraterrestre y escribe y publica libros de algo, de cualquier cosa, quizá literarios, libros con forma de libro y su nombre en la portada, lo que ya lo convierte en una persona normal. Me dicen que parece un dibujo animado.  Hace poco se le ha muerto un hijo adolescente, de lo que podríamos inferir que ni los dibujos animados se libran de las peores desgracias.

2 comentarios:

Miguel Baquero dijo...

Me ocurre como a ti (de nuevo): no soporto a los intelectuales torturados. Prefiero a la gente alegre, noble y sensible, que toca el piano mientras come chicle (bueno, eso ya es demasiado, pero valga la imagen)

Mabalot dijo...

Que sí, que sí, que todos hacemos caca y pis y nos reímos de los chistes macabros.