Peatones
De repente, justo después de la curva, un paso de peatones. Estoy a punto de pasar sin reducir pero, ojo, un perro va a cruzar. Desconfía al ver que me acerco y mira al coche con la cabeza muy erguida, pero freno y una vez confirmado que ya no soy un peligro camina con cierta chulería, hasta despacio, seguro de que hasta se podría rascar una pulga si le diera la gana, de que está en su derecho. Parece que viene de la taberna, de tomarse el vermú. Ni siquiera lleva collar. Qué civilizado
1 comentario:
ja ja ja yo también conozco a un perro así
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