Les presentamos un adelanto del próximo libro del Dr. Joseph Mabalotti, titulado Cómo dominar el mundo con un blog (sin gastar un duro), después de los éxitos internacionales Cómo hacerse rico con un blog (sin gastar un duro), y Cómo ligar más con un blog (sin gastar un duro). Licenciado por la Universidad de Wisconsi en Psicosociología Neuroatómica y experto en la relación entre Nuevas tecnologías, el Yo Primario y los Ellos Pluriconectados, así como en Onanismos Electrónicos y Mecanismos de Repetición Interactivos. Aquí, el Dr. Mabalotti nos ofrece las claves primeras para dominar el mundo (o si se prefiere una parcela concreta del mismo) con algo tan simple como un blog.
Algunas personas me han pedido consejo sobre un tema que hasta ahora nunca había tratado de forma directa, aunque sí tangencialmente en mis anteriores éxitos editoriales que centraban su atención en ese lucero electrónico que es el blog. Se trata, ni más ni menos, de cómo conquistar el mundo con una herramienta en apariencia tan básica como esta. Un blog es un arma cargada de futuro, eso sí, y no la poesía, como dijo el poeta con nula visión profética, sobre un arte en franca decadencia. Sí, créaselo, con un blog puede usted alcanzar poder, influencia, tejer una red de partículas humanas que pueda usted manejar a su antojo, para los fines que se haya planteado, sean estos de la bondad y calidad que sean, oscuros y maquivélicos o diáfanos, puros y bienintencionados. Allá usted con sus ideas.
Pudiera ser peligroso este libro de no caer en buenas manos, pero eso ya es algo que no nos incumbe, por incontrolable. Usted, que es un perfecto fracasado, sea buena o mala persona, y cuyo índice de poder está por los suelos, y ya harto de ordenar cosas y que no le hagan caso, podrá levantar cabeza si sigue los consejos que aquí expondré. Será una persona feliz, este libro le hará dichoso, con solo mover un dedo agitará conciencias, desestabilizará gobiernos, ministerios y diputaciones (y no digamos alcaldías), la gente le saludará y besará por la calle y estarán dispuestos a hacer lo que quiera por usted; manifestarse, quemar autobuses, libros, extranjeros, o lo que quiera. Usted decide, por una vez en su vida. Su mujer se plegará a su deseos, nunca más tendrá que soportar como le ordena cambiarse el pantalón porque no está planchado, o esa camisa con el cuello sobado que tanto le gusta. Desde hoy, una vez leído este libro y con paciencia y algo de práctica, podrá usted ser una persona influyente; prepárese para acaparar portadas de periódicos y suplementos dominicales, córtese el pelo, cómprese ropa buena, anote desde ya discursos y frases de aúpa, no deje que el poder y la fama le sorprendan en bragas.
Sí, sepa usted que el futuro se leerá en esa GRATUITA (sí, leyó bien, gratuita) herramienta que puede usted encontrar en Internet; el blog. Son muchos los aspirantes a dominar el planeta, pero no desespere, con este libro usted apartará a todos de un manotazo, como si un rebaño de moscas en invierno se tratase. Para ello no deberá gastar un céntimo, porque los blogs son gratis. Sí, repito, gratis, ha leído usted bien. Puede usted tener tantos como quiera, y nadie tendrá que pagar por leerle. Es la otra cara de la moneda; no se desilusione, el dinero y el poder vendrán después -si solo le interesa hacerse rico, dejando de lado el poder y la gloria, lea mi otro libro Cómo hacerse rico con un blog (sin gastar un duro).
Hay ejemplos variados de personas que ya se están aprovechando de esta herramienta para hacerse con el control de sus pueblos; veáse el caso clarísimo de Beppe Grillo en Italia, mucho más famoso en ese país que el tipo ese que es presidente de la República y que ya casi nadie se acuerda cómo se llama, o Félix de Azúa, un caso parecido en Cataluña, cuyo poder intelectual es tal que cualquier día, cuando le toquen mucho las varices, o las narices, con un chasquido de dedos acabará con esa banda de viejas señoronas con bigote que se pasean en coches oficiales por Barcelona, y por el cual CiU, ese gran partido de catalanistas gordos, estuvo a punto de desintegrarse como un meteorito al contacto con la atmósfera hace poco. Es el nuevo poder; el poder de crear opinión fácil e instantáneamente. Ya vale de no poder decir qué está bien y qué está mal, o de que no le hagan a usted caso. Ha llegado, caballero, o señora, su momento. Para ello déjeme recomendarle tres cosas que toda persona bien nacida al enfrentarse a una actividad, sea esta hacer una ajada, un corte de pelo, un blog o el mismísimo acto sexual, debería tener muy en cuenta:
1.- Si va a hacer algo (en este caso escribir en un blog) hágalo con amor. Eso es lo primero; puede usted utilizar otras expresiones dependiendo de su extracción social; por ejemplo, la que dice, hágalo con cojones, que es lo mismo pero cambiando el corazón por una parte del cuerpo más baja. El resultado es el mismo. Dejemos que grandes videntes de la humanidad nos aconsejen ellos mismos (esta sería otra lección; las citas bien metidas convencen al más reticente. En temas peliagudos recurra a nombres indiscutibles y reputados; un Churchill, un Jesucristo...). Philip K. Dick nos dice sobre un hombre que conoció: “Cada vez que me siento para empezar una novela o relato, siempre me viene el recuerdo de ese hombre. Creo que me enseñó a escribir por amor, y no por ambición. Es una buena lección para cualquier ocupación en este mundo.” Pues sí, señores, para ser poderosos antes hemos de olvidarnos de esa ambición; hemos de movernos por amor, o por testículos, como prefiera. Y sobre el arte nos lo dice también el antes mentado Félix de Azúa, que viene al pelo a esto que tratamos aquí: “Las cosas hay que hacerlas con ganas. No otra cosa es el arte, y ya está bien, creo yo, de delirios filosóficos. Arte quiere decir eso, hacer las cosas como es debido o como Dios manda, siendo Dios, en este caso, uno mismo si tiene agallas para serlo.”
2.- Arriésguese, no sea cobarde. Entre la nada y la equivocación, elija siempre la equivocación. Arrepiéntase únicamente de lo que no ha hecho o dicho. Cuando tenga algo qué decir, y lo diga por amor (es decir, si le sale de dentro, más arriba o más abajo) no se corte. Si mete la pata ya tendrá usted tiempo de rectificar y cuando sea poderoso y domine el mundo, o su parte, ya borrará huellas para que nadie se lo eche en cara. Ya ajustará usted después cuentas con su pasado. Usted va a decir lo que quiera, lo que de verdad piense, sin insultar a nadie, claro, que genera mucha desconfianza, y esa valentía causará admiración y deseos de obedecerle por el común de los mortales. Ya lo dijo Stephen King, el rey del terror: “"...te aseguro que hoy en día, a las puertas del siglo veintiuno, escribir narrativa no tiene nada que ver con la cobardía intelectual. Los aspirantes a censores son legión, y aunque no coincidan todos con sus prioridades, a grandes rasgos quieren todos lo mismo: que veas el mundo como ellos... o, como mínimo, calles lo que ves diferente".
3.- Antes de escribir pálpese y compruebe que está vivo; si es así golpee el suelo con sus pantuflas o zapatos para comprobar la solidez del suelo y lo bien que resiste el peso de su cuerpo. Ya puede empezar; va a escribir de tú a tú, dejará los cielos retóricos y abstractos por el frío baldosín de su casa o de la taberna, donde quiera que escriba. Si alguien le molesta y le pide que le compre un paquete de pañuelos o su mujer entra en su cuarto y le pregunta dónde están las llaves mientras se marca un chotis no se pare ni por un momento ni crea usted que está en su derecho de desconcentrarse. Así, con esas niñerías no dominará usted ni su comunidad de vecinos. Lo que no mata engorda, tenga eso en cuenta. Aprenda a ser sensible como un mulo o un buey también; aprenda a escribir poemas mientras le muelen a palos y practiques técnicas coercitivas de manipulación cerebral mientras es arrastrado como un saco por un caballo a toda velocidad. Nunca ceje en su empeño, pero no olvide que usted no es más listo ni más hábil que nadie y que eso, saberlo, le hace fuerte, y lo contrario le debilita. Tenga usted en cuenta que dominar el mundo no es cosa tan importante que cualquiera que lea este libro y tenga más de cinco años no pueda hacerlo; como dije, solo requiere ganas, cierto arrojo y no olvidar que lo que usted hace, dominar el mundo, no lo convierten en alguien especial ni superior a nadie.
Como dijo el Maestro Yoda entrenando a Luke Skywalker en “El Imperio contraataca”: “No trates de hacerlo... Hazlo o no lo hagas. De lo contrario, ni siquiera vale la pena que lo intentes.”
6 comentarios:
Pensaba escribir una respuesta al meme de Porto sobre un buen blogger y me ha salido este... disparate. Prometo responder.
Yo no distingo, no digo que no sea legítimo hacerlo, entre blogs y los libros que leo, o que me gustaría leer. Algunos libros de Baroja, Pla y diarios actuales que leo no difieren mucho de lo que leo en la pantalla, cada uno con su estilo. Leo en la pantalla lo que leería en libro; los bloggers que me gustan son escritores, casi todos. Por lo tanto, quizá el fenómeno blog me interesa en el sentido de que me permite leer a escritores e intercambiar información y si acaso amistad con ellos.
Y ser un buen blogger no sé muy bien lo que es; me gustan blogs que quizá son malos blogs y no tienen tantos lectores como otros.
Un saludo. (No sé que me daba seguir escribiendo afuera, con un relato tan largo).
Genial, como siempre, Mabalot. Divertidísimo.
Y estoy de acuerdo: Apuesto por dominar el mundo leyendo y escribiendo, las dos cosas, y no distingamos entre página de papel y pantalla de ordenador para no perdernos nada de lo que se nos ofrece, que es mucho y bueno.
Pero se te ve el plumero, Maba.
Por mucho que quieras adoptar las formas de un vendedor sin escrúpulos, de un ambicioso, das unos consejos tan de buen tío, sincero, humilde y generoso, que no engañas a nadie...
Un abrazo.
Gracias, Jose Manuel. Eres un buen ejemplo de lo que para mí es un blog; algo más literario que otra cosa. No digo que sea mejor o peor, pero a mí me interesa la literatura y leo pocos blogs que no tengan nada que ver, o que no sean escritos por gente que admiro.
Hombre, Porto, gracias. Queda la cosa un poco rara; por una parte quiero decir y por otra quiero reír y dejarme llevar. Creo que se entiende sin más explicaciones.
Sí, claro que se entiende. Lo mío también era una broma, por supuesto.
Un abrazo.
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