20/8/07

Antonio 'el del bulto'

A Antonio ‘el del bulto’, por supuesto, nadie le llama Antonio ‘el del bulto’. Le llaman Antonio, a secas. O por el apellido, quizá, aunque no sabe uno cómo se apellida. La cosa es muy simple; tiene un bulto enorme en el cuello, a unos centímetros de la oreja derecha. Es un bulto muy redondo, que nos parece que se ha tragado una pelota de tenis y se le ha encallado a un lado.

Usa bigote, un bigote negro con alguna que otra cana gorda, popular. Es un bigote amplio, crecido, sin llegar a ser un Nietzsche. Su modelo podría ser otro, pero ahora mismo no lo identifico. La frente ni grande ni pequeña, surcada de paralelas y con tendencia a despejarse, y el pelo, que parece siempre sucio, esta aplastado y es escaso, como un peluquín barato de comadreja. Tiene unas orejas bastante desarrolladas y erguidas que le dan un aire un tanto turbador si se le mira de frente. Lo normal es que aparezca siempre con barba de dos días. Pero, a fin de desechar misterios, pensamos que tiene que afeitarse alguna vez. En caso contrario a la fuerza tendría más crecida la barba. Resulta inquietante imaginarse cómo maneja las maquinillas en las proximidades del bulto, y en el bulto mismo, pues está dotado de sombra barbuda, en toda su redondez. Suele llevar pantalones vaqueros y un jersey empolvado, invisible, con bolitas. Camina con la espalda muy tiesa y el cuello rígido. Al verlo uno teme que si el tipo se baja a recoger una moneda o atarse un zapato empezará a crujir espantosamente.

Cuando viene audaz busca conversación. Es un curioso impertinente, y está abonado a canal plus, de lo que presume mucho. No se le hace mucho caso, en general.

—¿Qué tal, señor? ¿Cómo van las cosas?
—Pchsss...
—Está el tiempo de carallo...
—Pchsss...
—Como siga así nos van a salir escamas, como os peixes...
—Se hará lo que se pueda...

Y el indiferente, el que sea, sigue leyendo el periódico, apoyado en la barra, sin mirar siquiera una vez a Antonio, como si le hubiesen hablado desde un sueño aburrido. En casos así, Antonio busca unos ojos en los que refugiarse para criticar, supuestamente en broma, al indiferente. Le mira a uno, y dice;

—Julián está muy concentrado: no sé si tendrá mal de amores...

Y se ríe enseñando mucho la risa, pero no en alto, porque no puede o no le sale. Que le vean todos. Que no es parvo. Bromea mucho, pero no tiene gracia. Se le sonríe, algo si acaso, por piedad, no sé por qué, una fraternidad instintiva que a veces llevamos encima y a veces no. El dueño del bar le pone las orejas de vez en cuando, para que no se amargue:

—Antoñito, ¿qué? Estás muy bonito hoy...
Deixate de puñetas; no me vengas con mariconadas... ¡A tu edad! ¡Coño!... ¡Con mariconadas a tu edad! Anda, por favor...

Mientras, el dueño, protegido por la barra, le agarra las muñecas, y bracean un poco, como simulando una lucha. Antonio ‘el del bulto’ finaliza la jugada, con indisimulado regocijo;

—Sácate de ahí... No me toques...

10 comentarios:

Sebastián Puig dijo...

Mabalot, siempre leo con pasión tus retratos. Magistrales, de verdad. ¿No has pensado nunca en escribir un libro con ellos?

Mabalot dijo...

Gracias muchas rythmduel, sí he pensado en recopilarlos en un libro. Este de hoy tiene mucho tiempo, unos ocho años o así, el siglo pasado; es lo mejor de una cosa bastante mala en general que pensaba titular "Se sirven comidas con vino", ya ves. Este y el de los tunos son los únicos que saqué de ese oscuro objeto vergüenza llamado pasado.

Si escribo más, sí, estaría bien hacer un libro, pero a ver quien publica un libro de retratos; ya es jodido publicar cuentos, imagínate retratos. A ver quién es el guapo. Si alguien se anima yo escribo los retratos que hagan falta; hasta si tenéis que posar alguno de vosotros me acerco hasta donde haga falta...

Anónimo dijo...

Excelente post. Excelente blog. Roberto.

Alexandrós dijo...

Buen oficio.
Un saludo

Mabalot dijo...

Un saludo, amigos. Gracias.

Anónimo dijo...

Muy bueno, como siempre. (Acabo de escribir un retrato italiano. Te lo dedico, Mabalot)
Conde

Mabalot dijo...

Grazie, grazie, Conde, un abrazo, disfruta en Venecia, saludos a La esfinge...

Anónimo dijo...

Impresionante retrato, pero más impresionante aún que no esté publicado junto con otras cosas tuyas si son del mismo estilo. No sé en qué están pensando los editores, la verdad. O sí lo sé, pero prefiero olvidarlo. Menos mal que el oficio de escribir tiene en sí mismo su recompensa. Y también en recibir de vuelta la gratitud de las personas con quienes se comparte, como es el caso.

¡Felicidades, Maba!

Raquel dijo...

Mabalot, llego a tu blog por casualidad y da mucho gusto leerte.
Un saludo

Mabalot dijo...

Gracias, Luisa, sobre todo si además admiramos cómo escriben esas personas, lo que pasa contigo. Lo de publicar está muy bien, claro, y ya se andará. La verdad es que tampoco he mandado esto y otras cosas a ningún sitio. Lo que he mandado, muy malo, fue rechazado, y ahora hasta me alegro. Sin prisa pero sin pausa.
Muchas gracias.

Y Raquel, muy amable. No te conocía, pero ahora sí; con pinchar en tu nombre te conozco un poco y me alegro. Un saludo, gracias.