"Cuando escribo procedo por series: tengo muchas carpetas donde meto las páginas escritas, según las ideas que se me pasan por la cabeza, o apuntes de cosas que quisiera escribir. Tengo una carpeta para los objetos, una carpeta para los animales, una para las personas, una carpeta para los personajes históricos y otra para los héroes de la mitología; tengo una carpeta sobre las cuatro estaciones y una sobre los cinco sentidos; en una recojo páginas sobre las ciudades y los paisajes de mi vida y en otra ciudades imaginarias, fuera del espacio y del tiempo. Cuando una carpeta empieza a llenarse de folios, me pongo a pensar en el libro que puedo sacar de ellos."Extraído de la Nota preliminar a Las ciudades invisibles, Italo Calvino, editorial Siruela, 1994.
10/2/07
Una carpeta; Las ciudades invisibles
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8 comentarios:
Este libro, Las ciudades invisibles, y todos los del escritor cubano-italiano Italo Calvino (uno de mis escritores preferidos), me fascinó. El fragmento que nos compartes es un poema, también me encantó cuando lo leí. Excelente que lo traigas a cuenta.
¡Y vaya libros que iban saliendo de esas carpetas!
Un abrazo.
Decía Borges que “para escribir es necesario ser lector, devorar libros, amarlos, abrirlos una y otra vez para hallar en ellos las pistas de un camino sin mapas”. Sobre esa cartografía imaginaria se alzan las cincuenta ciudades imaginadas por Marco Polo con las que, en una suerte de Mil y una noches, seduce la atención del kublai Kan y de cualquier lector que se acerque a ese bello libro.
Un saludo.
Excelente que te asomes aquí, Magda. Me pareció curioso y revelador ese fragmento.
Un saludo también, don Portorosa.
DR; tu comentario debería publicarlo como pie de esta entrada. Gracias por la cita, que viene al pelo.
Italo Calvino me parece un escritor a la antigua usanza, si puede decirse así, capaz de conciliar (bellamente) imaginación y razón. Tengo a mano su correspondencia, que publicó Tusquets en 1994, 'Los libros de los otros. Correspondencia (1947-1981)', donde arremete sin contemplaciones contra Cela: "Una de las personas más vacuas e insoportables de la literatura internacional", escribió.
En fin, un ejemplo más de la inveterada cordialidad entre escritores...
Un abrazo
Don Juan; casi habría que preguntarse quién no arremetió contra Cela. Ni el mismo Cela se excluye; que también arremetió contra sí mismo. Parece que hay unanimidad (Umbral finalmente también está entre los que arrementen).
Sí, las palabras de la tribu suelen estar cargaditas de mala uva. Yo estuve hojeando la semana pasada un librillo titulado "Escritores contra escritores", citas de unos contra otros que no tienen desperdicio...
Un abrazo, don Juan...
Mi ciudad preferida es Cloe, en la que la gente no se saluda por las calles, sus miradas se cruzan un segundo para volverse después a otros rostros. Nadie se conoce, pero todos se imaginan mil historias sobre los demás, mil encuentros, mil conversaciones y mil caricias... Esa es mi ciudad.
Gracias, magapola; sospecho que todas las ciudades de Calvino son retratos parciales de las ciudades reales.
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