1/11/06

No solo de metáfora vive el hombre


El cielo nocturno se había convertido en un rojizo resplandor. Chataillou ardía, y los habitantes del pueblo querían asegurarse de que todos los lords y ladies arderían con él.
La chica corría a trompicones por la tierra lodosa intentando poner distancia entre ella y el castillo en que había transcurrido su joven vida hasta ese momento.
Ciudadana Juliette, Louise Aragon
Así de bien empieza este pedazo de fistro... erótico. Escrito por un grande de las letras gabachas. Fue más comunista que Stalin, tanto se pasó de rosca que Breton acabó por echarlo del grupo surrealista. Se encaprichó de la cuñada de Maiacovski, Elsa Triolet, y el capricho le duró toda la vida. Fueron felices y comieron perdices, más o menos. Supongo. En realidad es un grande pequeño; es decir, un grande al que nadie lee: Y cuando digo nadie me refiero a gente normal (opino que también se puede ser normal y leer), no a profesores de universidad, que viven en una burbujita con sus cosas, como Michael Jackson con las suyas.
Esta novelita porno, o erótica, lo mismo da, no sé de dónde sale. No sabía que este machote escribía guarradas, pero . Yo ésta me la encontré de saldo, enterrada entre caca de García Mázquez y caca de premio planeta cualquiera, y aquí la pongo.
La chica, esta nueva ciudadana Juliette, es acorralada en un granero por dos sucios y desaliñados campesinos:

[...] Cayeron sobre ella como dos bestias salvajes, hambrientos de sexo. Dedos callosos le separaron los glúteos en busca de la dulce rosa ámbar. Al percatarse de sus intenciones, exclamó:
-¡No, no! ¡No os atreváis!
Sus protestas fueron en vano. El último bastión de su virginidad no tardaría en desaparecer ante una agresión tan decidida. Los dedos de Alain jugueteaban ya con el apretado ano. Escupió en la mano y utilizó la saliva para lubricarlo, preparándose para el próximo asalto.
-¡Adelante, Alain! ¡Haz sufrir a la putilla!
El dedo de Alain le atormentaba el ano. La joven se retorcía mientras el hombre le introducía otro más y después un tercero. Su cuerpo agonizaba y con toda seguridad se desgarraría si sus agresiones no mostraban piedad.
De pronto el hombre retiró los dedos, pero el alivio duró poco. Enseguida sintió la punta del pene de Alain contra la entrada virgen y oyó el grito de placer que profirió al penetrarla. La muchacha tenía la sensación de que le hundían un hierro candente en el cuerpo; sin embargo el dolor era delicioso, un maravilloso e infernal tormento que la hacía retorcerse y gemir lujuriosa.
No sé si sería del gusto de don José, este libro, con ese mostacho tan a lo Freddy Mercury, aunque por la mala hostia que gastaba se conoce que follaba poco y leer tampoco tenía mucha pinta de practicarlo mucho. Que le quiten lo bailado, o lo matado. Aragon, por lo menos, no mató a nadie, que yo sepa; y no se puede decir lo mismo de todos los poetas. Unos serán más propensos a follar y otros a matar, aunque en tiempos de paz no les quede más remedio que matarnos de aburrimiento. Me quedo con unas palabras de Luis Buñuel, el santo:

"Una mañana, a eso de las ocho, recibo una carta por correo neumático en la que (el poeta) Louis Aragon me pide que vaya a verlo cuanto antes. Media hora después, llego a su casa de la Rue Campagne-Première. En pocas palabras, me dice que Elsa Triolet le ha dejado para siempre, que los surrealistas han publicado un folleto injurioso contra él y que el Partido Comunista al que estaba afiliado ha decidido expulsarlo. Por una increíble acumulación de circunstancias, toda su vida se desmorona y en un momento ha perdido todo lo que le importa. Sin embargo, en su desgracia, pasea por el estudio como un león, ofreciendo una de las más admirables estampas de valor que yo recuerde".

Enlaces para consultar antes de suicidarse.

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