26/3/13

Vida, lo que sea

En el EPS de hace un par de semanas: reportaje sobre una novela de Kirmen Uribe del propio Kirmen Uribe. Novela basada en hechos reales. Ya sólo falta que se indique esto bajo el título, como en aquellos telefilmes luctuosos que echaban en horario de sobremesa. A KU una de las personas implicadas en la historia le dijo: "No quiero que escribas una biografía, prefiero que hagas ficción, una novela. Las biografías no tienen vida; las novelas, en cambio, sí."

Qué fácil, pienso. Una novela. Por supuesto, es una confusión generalizada. Se entiende la biografía como una tarea del escritor académico, una rata de biblioteca que vomita datos contrastados sin apenas más talento que una correcta redacción. Y la novela, ya se sabe; en la novela se supone que ronda el poeta siempre, aunque un poeta maniatado y amordazado.

Más abajo KU habla de Glenn Gould y sus interpretaciones tan personales de los clásicos. Cita a Gould: "Hago diferentes lecturas de las partituras clásicas para mostrar que no hay una sola lectura de la realidad". Esta no es precisamente la frase que un periodista pegaría en un pósit a la vista en su mesa de trabajo. Pero debería.

Ayer mismo empezaba a leer un libro de Paul Valéry sobre Degas; tiene la cosa una pinta estupenda, lo que es muy raro, teniendo en cuenta que no se me ha perdido nada ni en Valéry ni en Degas y sus bailarinas. Como declaración de intenciones Valéry aclara: "No se trata, pues, de una biografía en toda regla; no me merecen las biografías una opinión excesivamente buena, lo que sólo viene a demostrar que no valgo para hacer biografías. Bien pensado, una vida no es sino una con­secución de casualidades y de respuestas más o menos atinadas a esos acontecimientos vulgares...
Por lo demás, lo que me importa en un hombre no son los accidentes; y no son cosas que me valgan ni cuándo nació, ni a quién amó, ni qué miserias padeció, ni casi nada de lo que pueda observarse. No encuentro en ello la mínima claridad real en lo tocante aquello que le otorga su valía propia y lo diferencia a fondo de los demás y de mí. No voy a decir que no sienta frecuentemente curiosidad por esos detalles que no nos informan de nada consistente: lo que me intere­sa no es siempre lo que me importa, y eso es algo que le ocurre a todo el mundo".[Cursivas tal cual en el libro]

Es curioso; cada cual llama vida a algo completamente distinto.

Degas, también fotógrafo. 

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