9/11/12

Razas

El señor de blanco, tan encantado de haber nacido con la mejor raza.   

La primera persona que nos anunció que el nacionalismo también era racismo fue precisamente un nacionalista. Profesor de literatura gallega; no era un cínico. Después sería director general de algo en la Xunta del bipartito. Creo que venía a cuento por Arzalluz, el lobo de la época, y es que el jesuita acababa de dar la campanada con el RH. Nosotros éramos jóvenes, nacionalistas, antinacionalistas, españoles y sobre todo antiespañoles. No dependiendo del momento, no, todo al mismo tiempo. La mezcla daba en dandy anarcoide, como la mezcla de colores en pintura da negro o chocolate. Uno se miraba mucho en el espejo y el espejo era un poco el ideólogo. Supongo que había razones más profundas para declararse una cosa u otra, pero quién tenía tiempo para razones profundas. Yo las tenía en todo caso, quizá yo sí; mi madre cocinaba y yo razonaba todo tipo de razones y enmiendas a esas razones. En realidad me dedicaba a observar, y no en silencio. Los demás hacían más o menos lo mismo. Unos años antes del botellón, el cargamento de neuronas intacto. El nacionalismo gallego, la verdad, se nos quedaba en un anarquismo con zuecos. No estaba mal, como ensoñación menor. De paso se reivindicaba a los abuelos, que calzaron muchos zuecos para no encharcarse los pies. Otra cosa era la cruzada vasca y catalana, cada una a su manera. En una veíamos pistolas y descerebrados y en la otra ricos hablando un idioma muy burgués y nasal, ni francés ni español. En ambas, la claridad patriótica. Es decir, la razón de la raza. Lo peor.

El nacionalismo, por supuesto, es un racismo, digamos, elegante. No muy elegante, la verdad, pero no del todo mal visto. Mejor, un racismo politicamente correcto. De los pocos racismos permitidos en una mesa hoy en día sin quedar como un energúmeno. Al menos en mesas civilizadas. De mantel blanco.

4 comentarios:

Eugene Philip Coetzee dijo...

No hay peor converso que aquel que no sabe montar a caballo.

O destino que ejercer de Tio Tom en tu propio país.

Rusty Malaparte dijo...

Partiendo de la base que no se conoce a nadie que haya aprobado una oposición para nacer en un lugar determinado o pertenecer a una raza concreta... ¿Cómo defines el nacionalismo español?

Porque parece que el corolario del post es que te puedes sentir orgulloso de ser gallego mientras eres joven,fumas porros y vas de botellón (una suerte de Galician Shore), pero claro luego maduras,abandonas el anarquismo con zuecos,ves la luz, te regocijas en tu hermoso status de ciudadano español y patriota -Vamos todos: yosoyespañolespañolesp- y en las tardes lluviosas recuerdas con cariño aquello de "xente nova e leña verde todo é fume".
Un saludo.

Mabalot dijo...

Queridos, con todos los respetos; todavía soy joven, fumo porros y hago botellón, aunque en el sofá. Ustedes saben tan bien como yo que nuestro anarquismo con zuecos se convirtió en otra cosa cuando quisieron emular a los jesuitas vascos y a los conservadores catalanes.

De todas formas, quién sabe, quizá algún día consigamos una alambrada con la que rodearnos y liberarnos, como pueblo.

Un abrazo, señores.

Por cierto, la tardes lluviosas me ponen cachondo y no recuerdo nada que no vaya en pelotas.

Robert Lee Stevenson dijo...

Y digo yo,¿existe una posibilidad por remota que parezca de tomarse unas cervezas con usted en la capital del Lérez? Se me ocurre proponer alguno de los lugares comunes de la Horda.