19/10/12

Personajes

Meten a un niño en un coche. Al ver los carteles colgados de las farolas con las fotos de los candidatos pregunta:

– ¿Quiénes son estos personajes?

Risas, pero es esa risa que acaba en mueca congelada. En fin, democracia. Pero no hay más que verlos; son unas elecciones tristes. Menos Beiras, al que le sobra Prozac, y quizá lucidez, aunque una lucidez más bien para analizar la Guerra Fría. Estos principales, más que el voto, parecen los de una comisión de fiestas, pidiendo una ayuda para financiar una verbena. Y qué verbena. Salvamos a Beiras porque es nuestro paradigma de abuela cabreada, a la que no pisotea ni el cura y mucho menos el cacique sonrosado. Beiras es una nostalgia, efectivamente, una retórica juvenil. Pero como retórica funciona. El discurso convincente y disparatado, el juego de manos, los ojos inyectados en leche.

En el fondo ya sólo creemos en las formas. Paradoja. Desconfiaba por sistema del carisma del político; qué equivocación. Pensaba que los aburridos eran mejores gestores, que tenían más paciencia para firmar decretos necesarios e ininteligibles. Nada.

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