Acabo de encontrar una cita que tenía apuntada de Marguerite Duras, y que viene al caso con lo que comentaba ayer:
"Creo que lo que reprocho a los libros, en general, es eso: que no son libres. Se ve a través de la escritura: están organizados, reglamentados, diríase que conformes. Una función de revisión que el escritor desempeña con frecuencia consigo mismo. El escritor, entonces, se convierte en su propio policía."
(Escribir, Tusquets)
4 comentarios:
Quizá los libros no son libres...pero nacen de un acto libre, a veces expiatorio, a veces como rebelión, otras como fuga de la realidad, otras para acercarse a ella.
No, lo que comentaba la Duras en este libro, en esta cita, que a diferencia de otros libros de ella está muy bien, es que algunos libros no son libres; quiere decir que están fabricados, o rellenados. No nacen de ese acto libre etcétera que comentas tú.
Hay recetas, y más a veces para aparentes vanguardistas, que se aplican y ahí queda la cosa, en cartón piedra...
En el fondo de todo está el miedo. El miedo a hacerlo mal, el miedo a escribir algo absurdo, a hacer el ridículo, todo eso en lo que todos caemos, unos más, otros menos.
Un saludo.
Llevaba varios meses sin visitarte. La barca que es tu cama es agradeble desde mi cama.
Solo digo, a manera de resumen de todo lo que quisiera comentar en cada uno de los post, que escribir suele convertirse en una herida que sangra, uno en casa puede tratarla, pero siempre faltara una enfermera que nos haga la curación de una manera profesional. Y aunque puede que se vea más la mano profesional de la experta, la herida sera inocultable para el escritor.
Un abrazo desde Bogotá
Gracias, Fabio, es un placer tenerte por aquí.
No sé qué dará de sí esto de escribir, es decir, no sé si me llevará por caminos interesantes o me quedaré en componedor de soliloquios, pero ya es algo con lo que me conformo, en venir al cuaderno o a la pantalla a ajustar cuentas, conmigo y con todo lo demás. Supongo.
Te sigo. Un abrazo.
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