O yo estoy majareta y vosotros no. Philip K. Dick (1928-1982) bien podría ser unos de esas criaturas que desfilaban, con o sin dientes, por el programa de Quintero, qué gran entrevistador. Es que lo más rentable para la posteridad de un escritor es volverse loco. Pero no una locura íntima; no vale la pena; ha de ser una chifladura llamativa, original, bonita, emocionante.
Este gran autor, una especie de Borges lisérgico, paranoico y gripado, como una moto, que fue Dick, es ya un pirado célebre de la historia de la literatura. Sus novelas están entre lo mejor de las letras yanquis. Puede ser una especie de Dostoiesvky de la segunda mitad del siglo XX. Acaban de regalarme la biografía de Dick, escrita por Emmanuel Carrére, editada por Minotauro. Tiene buena pinta. Ya les contaré.
Me encuentro con una cita al principio que puede parecer un tanto amarilla, como las páginas de este libro, creo que ya descatalogado (abril 2002):
"Estoy seguro de que no me creen, y de que tampoco creen que creo en lo que afirmo. Son libres de creerme o no, pero al menos crean esto: no estoy bromeando. Se trata de algo muy serio, algo muy importante. Tienen que pensar que, para mí también, el hecho de declarar algo así es una cosa terrible. Muchas personas aseguran recordar una vida presente distinta. No conzco a nadie que haya hecho declaraciones como ésta, pero sospecho que mi experiencia no es única. Quizá lo sea el deseo de hablar de ella." (Del discurso de Philip K Dick en Metz, el 24 de septiembre de 1977.)
6 comentarios:
A mí me gustó mucho este libro.
Creo que es verdad lo que dices respecto a Dick, "sus novelas están entre lo mejor de las letras yanquis".
Son muy originales tus comentarios. Les das un aire desenfadado y divertido. Me gusta.
Un saludo
Gracias, Miguel.
Dick es, yo creo, o debiera ser, algo así como el Borges de la literatura anglosajona. Quizá, sí, la supuesta chaladura distrae un poco la obra que dejó; la vida como obra y la obra como vida, el mandamiento del bohemio que se aplica a todo, a todos.
Ahora se están editando la recopilación de cuentos, en Minotauro; van por la tercera.
Un saludo.
...y el peligro, a veces, de que la 'caricatura' de la propia vida sepulte o convierta en secundario el valor de la obra, en teoría más perdurable que las anécdotas del día a día. Un saludo.
Hablando de Quintero y su hermosa entrevista a Jiménez Losantos:
"Aznar es el típico tímido que se casa con la chica guapa" Jiménez Losantos, este martes, en 'El loco de la colina'. Impagable
Ana Botella fue en sus buenos tiempos la líder de las animadoras de Facultad de Derecho de la Complutense de Madrid. Fundó con su sonrisa el 'botellismo', al que luego se adhiriò con entusiasmo Ana Belén. Era la Botella una chica guapísima que tenía un hermano con orejeras y que se enamoró (ella, no el hermano) del triste y apocado Ben Affleck. Luego Affleck dio el estirón (hacia abajo) y llegò a presidente de Gobierno. Philip K. Dick escribió en base a su popular historia de amor la novela ¿Sueñan las gaviotas con cardados y mantillas?, que llevaron al cine con éxito los hermanos Farrelly, primos americanos de la madre del Bailaor en el Caldero, la Farruca.
Don Juan, eso que le ha pasado a tantos, pero también algunos apenas tenían algo detrás de "tanta" vida; dónde creíamos tener una obra había confeti.
No la he visto; soy un martir. He vivido últimamente (los últimos quince años) en un submundo dónde no existía la Primera. Tendré que bajarme al Quintero del emule.
Vaya joya; seguro que no fue la unica perla con la que deleitó el ex-maoista.
Ana Belén y Ana Botella; vaya pareja; las dos destacan por una dentadura caballuna que acobarda cualquier deseo ciego y levinskiano. Después del invento narrativo con los nombres Ana Botella, Ana Belén, Affleck, Y PK.Dick, combinadas en el mismo tiesto, que se te ponga lo que quiera delante...
Un saludo a todos. Merci...
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